Las cuarentenas en América Latina por coronavirus que dividen a hombres y mujeres en público dejan a las personas transgénero en un limbo legal, dijeron grupos de defensa de los derechos humanos, citando el caso de una mujer trans en Panamá multada por salir al exterior en un día reservado para mujeres.
Panamá y Perú promulgaron reglas esta semana ordenando que hombres y mujeres sólo puedan salir de sus hogares en días separados. Panamá tenía más de 1,300 casos confirmados de coronavirus hasta el jueves, mientras que Perú tenía más de 2,000 casos, según un recuento de Reuters.
Panamá anunció las salidas por género a partir del miércoles, y el presidente de Perú, Martín Vizcarra, anunció restricciones similares el jueves en medio de medidas de cuarentena cada vez más estrictas para frenar la propagación del coronavirus.
Vizcarra dijo que el decreto facilitaría a las fuerzas de seguridad monitorear los movimientos de las personas y hacer cumplir la cuarentena.
Las medidas “levantan banderas rojas para personas transgénero que la sociedad considera que no caen necesariamente en las categorías tradicionales de hombres y mujeres”, acusó Cristian González Cabrera, investigador de derechos LGBT+ de Human Rights Watch (HRW).
El decreto peruano prohibió “cualquier tipo de discriminación” al hacer cumplir la norma, pero las personas trans enfrentan prejuicios y obstáculos legales. En Panamá, las personas trans sólo pueden cambiar legalmente su identidad de género al someterse a una cirugía.
“Me preocupa el nivel de abuso y vulnerabilidad que están atravesando los hombres y mujeres trans en este momento”, dijo Venus Tejada, una mujer trans y activista por los derechos en Panamá. “Regresamos a la época de Adán y Eva, donde sólo había hombres y mujeres y no había absolutamente nada más”.
Tejada declaró que al menos cuatro personas trans habían sido hostigadas e interrogadas por el público o la policía en Panamá.
Entre ellas estaba Bárbara Delgado, una mujer trans que dijo que la policía la detuvo durante tres horas y le impuso una multa de US$ 50 por estar afuera el miércoles, un día designado para mujeres.
“Me sentí horrible”, dijo Delgado a la Fundación Thomson Reuters. “Me sentí totalmente rota emocionalmente, psicológicamente”. Ahora teme salir a la calle.
También estaba en la calle fuera del horario asignado por su número de tarjeta de identificación, pero dijo que tenía una carta de permiso de un centro médico donde trabaja como voluntaria.
Un portavoz del Ministerio de Salud de Panamá no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.