Pekín relajará aún más las restricciones contra el COVID-19 al permitir que los restaurantes sirvan comidas en el interior de sus locales, mientras la capital china vuelve a la normalidad con la caída de los contagios, informaron el domingo medios de comunicación estatales.
Pekín y el centro comercial de Shanghái han vuelto a la normalidad en los últimos días tras dos meses de dolorosos confinamientos para frenar los contagios con la variante ómicron.
Los restaurantes de Pekín podrán reanudar sus servicios el lunes, excepto en el distrito de Fengtai y en algunas partes del distrito de Changping, según el Beijing Daily. Los restaurantes y bares han estado limitados a vender comida para llevar desde principios de mayo.
El lunes se reanudará el trabajo normal y se levantarán las prohibiciones de tráfico en la mayoría de las zonas de Pekín, informó el periódico. Los empleados de algunas zonas han tenido que trabajar desde casa.
Los residentes tendrán que mostrar una prueba PCR realizada en un plazo de 72 horas para entrar en espacios públicos y tomar el transporte público, como parte de las medidas para normalizar las pruebas de COVID, informó el periódico.
Pekín informó de 16 nuevos casos sintomáticos y tres asintomáticos locales, frente a los cinco y uno del día anterior, según el gobierno local.
Shanghái informó de seis nuevos casos sintomáticos y 16 nuevos asintomáticos locales, frente a cinco y nueve del día anterior, según los datos del gobierno local.
La China continental registró 162 casos diarios de coronavirus, de los cuales 56 eran sintomáticos y 106 asintomáticos, según la Comisión Nacional de Salud. Esta cifra se compara con los 171 nuevos casos del día anterior, 46 sintomáticos y 125 asintomáticos, que China contabiliza por separado.
No se produjeron nuevas muertes, por lo que el número de fallecidos en el país es de 5,226. Hasta el sábado, China continental había confirmado 224,310 casos con síntomas.