El papa Francisco abogó hoy por una mayor “igualdad” en lo que ganan las personas en una empresa al asegurar que aunque haya “una jerarquía” o “diferentes funciones”, “los sueldos no deben ser demasiado diferentes”, al recibir a los representantes de la patronal italiana (Confindustria).
“Hoy en día, la parte del valor que se destina al trabajo es demasiado pequeña, especialmente si la comparamos con la que se destina a los ingresos financieros y los salarios de los altos directivos. Si la brecha entre los salarios más altos y los más bajos se vuelve demasiado amplia, la comunidad corporativa enferma y después la sociedad enferma”, dijo el papa a los empresarios italianos.
Y el papa puso el ejemplo del “modelo de Olivetti”, cuando el empresario Adriano Olivetti “puso un límite a la distancia entre los salarios más altos y los más bajos, porque sabía que cuando los salarios son demasiado diferentes, se pierde la comunidad de empresa y no se crea entre todos el sentido de pertenencia a un destino común, la empatía y la solidaridad”.
“El empresario depende de sus trabajadores, de su creatividad, de su corazón y de su alma”, dijo el papa que afirmó que “los grandes retos de nuestra sociedad no se pueden superar sin buenos empresarios”.
Y sobre ello aseguró que existen empresarios “mercenarios” y los similares al “buen pastor”, que “sufren lo mismo que sus trabajadores, que no huyen frente a tantos lobos que rondan”.
Por otro lado, Francisco, que recibió a los empresarios en medio de la campaña electoral italiana donde muchas de las promesas son la bajada de los impuestos, afirmó que “los impuestos no son una usurpación, sino una forma de compartir la riqueza, para que se convierta en bienes comunes, bienes públicos: escuela, salud, derechos, cuidados, ciencia, cultura, patrimonio...”
Por supuesto, destacó Francisco, “los impuestos deben ser justos, equitativos, fijados sobre la base de la capacidad de pagar de cada persona, como establece la Constitución italiana”.
“El sistema y la administración tributaria deben ser eficientes y no corruptos. Pero los impuestos no deben considerarse usurpación. Son una forma elevada de compartir los bienes, son el corazón del pacto social”, agregó.