El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) resaltó este lunes que la pandemia del COVID-19 hace que sea más necesario potenciar la bioeconomía para el desarrollo de América Latina y el Caribe.
El catedrático de la Universidad de California en Berkeley, David Zilberman, una de las principales voces en el tema, en un diálogo virtual con el director general del IICA, Manuel Otero, afirmó que la bioeconomía ofrece oportunidades para convertirse en el motor para el desarrollo de la región y acelerar la reactivación de las economías golpeadas por la crisis sanitaria.
“En nuestras economías la mayoría de los bienes proviene de combustibles fósiles. Sin embargo, hay una fuente mucho más poderosa: la biología. Prácticamente todo lo que proviene de combustibles fósiles puede ser reemplazado por recursos renovables. Esto puede convertir a los territorios rurales en algo más allá que una fuente de alimentos”, dijo Zilberman.
Según el experto, América Latina y el Caribe tiene potencial para crear una base industrial a partir de sus abundantes recursos biológicos.
La bioeconomía es una visión que impulsa la industrialización inteligente a partir del uso de recursos biológicos, convirtiéndolos en productos con valor agregado, como bioproductos, bioenergías y servicios. Esa visión busca también responder a los desafíos ambientales existentes, mitigando efectos del cambio climático y reduciendo la utilización de combustibles fósiles
“La agricultura puede producir alimentos, biocombustibles y químicos; parece muy lejos de la realidad, pero no lo está tanto”, comentó Zilberman, quien añadió que los países cuentan con gran cantidad de tierras disponibles para la agricultura y una gran biodiversidad.
Las autoridades, indicaron que en Latinoamérica existen muchas oportunidades de generar negocios sostenibles a través de la bioeconomía, ya que se trata de una región privilegiada al tener los mejores recursos en el mundo.
“En el IICA compartimos la misma visión del profesor Zilberman y creemos que la bioeconomía constituye una oportunidad para los países de América Latina y el Caribe. Una posibilidad para que considerar este sector no de forma restringida, sino pensando en la posibilidad de producir alimentos, químicos y combustibles, a través de la participación en cadenas no agrícolas”, afirmó Manuel Otero.
Zilberman es profesor del Departamento de Economía Agrícola y de Recursos Económicos de la Universidad de California, Berkeley, en la que dirige la Cátedra Robinson. Sus áreas de especialidad son agricultura y políticas ambientales, economía de la innovación, y biotecnología y cambio climático.