Ser alcista en América Latina es una de las tendencias más populares para los inversionistas de divisas en el nuevo año.
La esperanza de que China compense con creces la desaceleración del crecimiento en otros lugares en el mundo está dando un impulso a los productos básicos. Eso, junto con las altas tasas de interés en toda la región después de meses de intensa lucha contra la inflación, hace que los operadores teman perderse de un repunte.
El peso chileno, el peso mexicano y el real brasileño lideran los avances entre las divisas de mercados emergentes el martes, empujando las ganancias del año hasta la fecha a al menos 3.5% cada una. Eso las ubica entre las cinco monedas principales con mejor desempeño este año. El peso colombiano no se queda atrás, con un avance del 2.5% incluso con las pérdidas de hoy.
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Como gran exportador de todo, desde petróleo hasta mineral de hierro, América Latina se beneficiará del repunte de los productos básicos provocado por la decisión de China de abandonar su política de cero COVID-19. Lo mismo sucedió en el primer trimestre de 2022, cuando los mayores precios de las materias primas impulsaron los términos de intercambio de las economías de mercados emergentes, especialmente en la región, empujando al real brasileño, al peso chileno y al peso colombiano a apreciarse un 18%, 8.4% y 8.2%, respectivamente.
Esta vez, la medida podría ser aún más fuerte, ya que en lugar de enfrentar la perspectiva de tasas más altas en Estados Unidos, los operadores calibran la posibilidad de que la Reserva Federal termine pronto su ciclo de ajuste y las monedas latinoamericanas ofrecen un gran carry para servir como un amortiguador para los alcistas.
“Es un buen momento para ir en largo en Latinoamérica”, dijo Guilherme Lemos, gestor de cartera responsable de América Latina en XP Asset Management. “En promedio, los bancos centrales de la región han hecho su trabajo para controlar las expectativas de inflación, mientras que inversionistas ya evaluaron una tasa terminal de EE.UU. en alrededor del 5%”.
Aun así, la alta volatilidad de América Latina significa que la negociación está restringida a operadores que pueden soportar los vaivenes. Eso ayuda a explicar por qué el peso mexicano ha sido el favorito de los operadores de carry trade durante más de un año, ofreciendo casi el mismo carry que el real brasileño con la mitad de la volatilidad anticipada.