En total, las 500 personas más ricas del mundo perdieron US$ 1,4 billones en el primer semestre del 2022, un vertiginoso descenso que marca la mayor caída semestral para la clase multimillonaria mundial.
Es un giro brusco con respecto a los dos años anteriores, cuando las fortunas de los ultrarricos aumentaron gracias a las medidas de estímulo sin precedentes implementadas por Gobiernos y bancos centrales para hacer frente a la pandemia de COVID-19, lo que elevó el valor de todo, desde las empresas tecnológicas hasta las criptomonedas.
Ahora que los responsables de las políticas suben las tasas de interés para combatir la elevada inflación, algunas de las acciones más caras —y los multimillonarios que las poseen— están perdiendo terreno rápidamente. Tesla Inc. tuvo el peor trimestre de su historia en los tres meses hasta junio, mientras que Amazon.com Inc. sufrió la mayor caída desde el estallido de la burbuja puntocom.
Aunque las pérdidas se acumulan para las personas más ricas del mundo, solo representan un modesto avance hacia la reducción de la desigualdad de la riqueza.
Musk, cofundador de Tesla, sigue teniendo la mayor fortuna del planeta, con US$ 208,500 millones, mientras que Bezos, el propietario de Amazon, ocupa el segundo lugar con un patrimonio neto de US$ 129, 600 millones, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Bernard Arnault, la persona más rica de Francia, ocupa el tercer lugar con US$ 128,700 millones, seguido de Bill Gates con US$ 114,800 millones, según el índice de Bloomberg. Son las únicas cuatro personas cuyas fortunas exceden los US$ 100,000 millones. A principios de año, 10 personas en todo el mundo superaban esa cantidad, incluido Zuckerberg, que ahora se ubica en el puesto 17 de la lista con US$ 60,000 millones.
Impulso contrario
Aun así, la clase de los multimillonarios ha acumulado tanta riqueza en los últimos años que no solo la gran mayoría puede soportar el peor primer semestre desde 1970 para el índice S&P 500, sino que probablemente estén buscando gangas, dijo Thorne Perkin, presidente de Papamarkou Wellner Asset Management.
“A menudo, su mentalidad es un poco más contraria”, señaló Perkin. “Muchos de nuestros clientes buscan oportunidades cuando hay problemas en las calles”.
Eso fue lo que ocurrió en el primer semestre del año en algunos de los rincones más afligidos de los mercados financieros mundiales.
Vladímir Potanin, el hombre más rico de Rusia, con una fortuna de US$ 35,200 millones, adquirió la totalidad de la posición de Société Générale SA en Rosbank PJSC a principios de este año, en medio de las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de Vladímir Putin. También compró la participación del magnate ruso Oleg Tinkov en un banco digital por una fracción de lo que valía.
Sam Bankman-Fried, director ejecutivo de la bolsa de criptomonedas FTX, compró una participación del 7.6% en Robinhood Markets Inc. a principios de mayo, después de que el precio de las acciones de la aplicación de corretaje cayera un 77% desde su esperada oferta pública inicial en julio pasado. El multimillonario de 30 años también ha sido prestamista de último recurso para algunas empresas de criptomonedas con problemas.
La compra más destacada de todas fue la de Musk, que llegó a un acuerdo de US$ 44,000 millones para comprar Twitter Inc. Ofreció pagar US$ 54,20 por acción; las acciones de la empresa de redes sociales cerraron el jueves a US$ 37,39.
El hombre más rico del mundo dijo el mes pasado en una entrevista con el editor jefe de Bloomberg News, John Micklethwait, que hay “algunos asuntos sin resolver” antes de que se pueda completar la transacción.
“Hay un límite a lo que puedo decir públicamente”, señaló. “Es un asunto algo delicado”.