El compositor, arreglista y director de orquesta Adalberto Álvarez, uno de los más importantes exponentes del son cubano, falleció el miércoles de complicaciones de COVID. Tenía 72 años.
La Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) informó que el artista, conocido como el “Caballero del Son”, murió de una disfunción múltiple de órganos provocada por las complicaciones de una neumonía derivada del nuevo coronavirus.
“El son fue su bandera, su lucha, su éxito. Y a él entregó su vida entera. Por eso Adalberto vive y vivirá por siempre”, expresó la EGREM en su página de Facebook.
Desde la semana pasada se sabía de la hospitalización de Álvarez, quien no rebasó la COVID-19 que en la isla vive un rebrote con más de 650.000 contagiados desde que comenzó la pandemia en marzo del 2020 y casi 6,000 fallecidos.
Con una sonrisa permanente y elegantemente vestido, Álvarez sacó adelante su propuesta musical por cuatro décadas llevando el son al gusto de los bailadores cubanos y haciendo crónicas de vida en canciones como “Son de la madrugada”, “Para bailar casino” y “Qué tú quieres que te den”, sin apelar jamás a la vulgaridad.
Fue el fundador de dos de las más exitosas orquestas cubanas: Son 14 y Adalberto Álvarez y su Son.
Nacido en La Habana el 22 de noviembre de 1948, Adalberto Cecilio Álvarez Zayas estudió en las escuelas estatales de arte y fue profesor, al tiempo que fue arreglista de la orquesta de su padre, Avance Juvenil.
En 1978 creó Son 14, una de las bandas cubanas más representativas del género, con la cual comenzaron sus giras internacionales. Un año después grabó el disco “A Bayamo en Coche” y en 1984 salió adelante con su segunda agrupación, Adalberto Álvarez y su Son.
El Caballero del Son fue además un animador de las ruedas de casinos (rondas de bailadores que realizan coreografías de manera popular), organizando concursos y festivales.
El Instituto Cubano de la Música informó que, por decisión familiar, sus restos serán velados en una ceremonia privada.