Un niño aprende a crear un código usando un iPad en un taller para jóvenes en la tienda Apple, el miércoles 11 de diciembre de 2013. (AP/Marcio Jose Sanchez).
Un niño aprende a crear un código usando un iPad en un taller para jóvenes en la tienda Apple, el miércoles 11 de diciembre de 2013. (AP/Marcio Jose Sanchez).

El neurocientífico Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de , manifestó en su libro titulado “” de qué manera los dispositivos tecnológicos se encuentran afectando de manera grave el desarrollo de niños y jóvenes.

Simplemente no hay excusa para lo que les estamos haciendo a nuestros hijos y cómo estamos poniendo en peligro su futuro y desarrollo”, indicó el reconocido experto en la materia Desmurget durante una entrevista brindada a la cadena .

Tapa del libro "La fábrica de cretinos digitales". (Foto: Amazon)
Tapa del libro "La fábrica de cretinos digitales". (Foto: Amazon)

Su libro, actualmente, es uno de los más vendidos en Francia. En medio de la entrevista, Desmurget contestó lo siguiente al ser consultado sobre si los jóvenes de hoy son la primera generación de la historia con un coeficiente intelectual más bajo que la anterior:

“Sí. El coeficiente intelectual se mide con una prueba estándar. Sin embargo, no es una prueba “congelada”, a menudo se revisa. (...) Y haciendo eso, los investigadores han observado en muchas partes del mundo que el coeficiente intelectual aumentaba de generación en generación. A esto se le llamó el ‘efecto Flynn’".

El neurocientífico, durante su relato, aclaró que el coeficiente se ve afectado fuertemente por factores como el sistema de salud, nutrición, escolar, entre otros. Sin embargo, si se toman en cuenta a los “países donde los factores socioeconómicos se han mantenido bastante estables durante décadas, el ‘efecto Flynn’ ha comenzado a reducirse”.

"En esos países los “nativos digitales” son los primeros niños que tienen un coeficiente intelectual más bajo que sus padres. Es una tendencia que se ha documentado en Noruega, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Francia, etc.”, agregó.

¿Qué lo provoca y cuáles son las causas?

Desmurget, que ha estado en prestigiosos centros de investigación como la Universidad de California o el Massachusetts Institute of Technology (MIT), dijo que varios estudios han demostrado que al usar la televisión o los videojuegos, “el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo disminuyen”.

El especialista también detalló que las causas de esta situación están identificadas de manera clara: “disminución en la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, disminución del tiempo dedicado a otras actividades más enriquecedoras (tareas, música, arte, lectura, etc.), interrupción del sueño, sobreestimulación de la atención, subestimulación intelectual y un estilo de vida sedentario excesivo”.

En otro momento de la entrevista, Desmurget mencionó que “se ha observado que el tiempo que se pasa ante una pantalla por motivos recreativos retrasa la maduración anatómica y funcional del cerebro dentro de diversas redes cognitivas relacionadas con el lenguaje y la atención”.

Desmurget, finalmente, sostiene que los niños de 2 años pasan frente a las pantallas “casi tres horas al día”, los de ocho años “cerca de unas cinco horas” y los adolescentes “más de siete horas”. Por tal motivo, pide que se involucre a los niños en el daño que generan las pantallas.

Necesitan que se les diga que las pantallas recreativas dañan el cerebro, perjudican el sueño, interfieren con la adquisición del lenguaje, debilitan el rendimiento académico, perjudican la concentración, aumentan el riesgo de obesidad, etc”.