La gigantesca tarea que le espera al nuevo director general de Pemex

Sheinbaum eligió a Rodríguez, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, para impulsar la rentabilidad de Pemex y rescatar a la compañía de la creciente deuda y los accidentes recurrentes mientras busca impulsar la transición energética verde de México.

“Tiene 42 años de experiencia en el sector energético y por supuesto ha sido un defensor de las empresas energéticas del país”, dijo Sheinbaum al anunciar el nombramiento durante una conferencia de prensa el lunes. “Víctor conoce Pemex”.

Rodríguez se enfrentará a la gigantesca tarea de recuperar la producción que se ha desplomado a cerca de la mitad de su máximo de hace 20 años. La deuda de la empresa asciende a US$ 99,400 millones, lo que la convierte en el productor petrolero más endeudado del mundo. En los últimos años, la envejecida infraestructura de Pemex ha resultado en incendios mortales, derrames de crudo y fugas de metano. La empresa depende en gran medida de las ayudas públicas para mantenerse a flote.

“Pemex no es una empresa muerta, ni está tan mal como creen”, dijo Rodríguez durante la conferencia de prensa. “Necesitamos mantener la base energética de la economía, que sigue siendo el petróleo y el gas, mientras llevamos a cabo la transición energética”.

México mantendrá la producción de crudo en torno a los 1.8 millones de barriles diarios, pero toda la nueva demanda energética se cubrirá con fuentes renovables, dijo Rodríguez. Es un objetivo que Sheinbaum, ingeniera medioambiental, pregonó repetidamente durante su campaña.

“Pemex no se va a limitar a hacer petróleo y condensado de gas como siempre lo ha hecho”, dijo Rodríguez. “Tendremos que hacer un gran esfuerzo para desarrollar fuentes renovables de energía de todo tipo, y Pemex tendrá un papel fundamental”.

Citó la energía solar y la eólica marina como opciones potenciales.

Rodríguez, coautor de varios artículos académicos y de opinión con Sheinbaum, es doctor en economía de la energía por la Universidad Pierre Mendès-France. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se licenció en física e ingeniería.

Devolver la rentabilidad a Pemex será una tarea monumental. El trimestre pasado, la empresa registró su peor pérdida desde que surgió la pandemia hace más de cuatro años, debido sobre todo a la caída del valor del peso en los últimos meses.

Para mantenerse a flote, la empresa ha dependido del apoyo del Gobierno. El presidente Andrés Manuel López Obrador le ha proporcionado inyecciones de capital y desgravaciones fiscales por un total de US$ 80,000 millones, aunque las aportaciones han hecho poco por mejorar la producción de petróleo.

Pemex también se enfrenta a miles de millones en pagos atrasados a proveedores de servicios. Las constantes percances en los últimos años han provocado la huida de muchos inversionistas preocupados por los parámetros medioambientales, sociales y de gobernanza.

Sheinbaum afirma que prevé que Pemex desempeñe un papel en la transición de México hacia fuentes de energía más limpias y prometió expandir sus operaciones a tecnologías verdes, como el hidrógeno, la extracción de litio y la infraestructura para vehículos eléctricos. La empresa publicó su primer plan de sostenibilidad en marzo, después de que algunos de sus acreedores amenazaran con desinvertir en ella si no mejoraba su historial en materia de ASG.

Otra cuestión importante es cómo trabajará Pemex con el sector privado para recuperar la producción, como el reciente acuerdo de la empresa para ceder parte de su producción en alta mar a perforadores privados. Sheinbaum se ha comprometido a mantener las empresas estatales en el centro del sector energético de México, haciéndose eco de una posición adoptada por AMLO.

Sheinbaum también ha dicho que espera refinanciar los bonos de la empresa antes de que venzan los grandes vencimientos en 2025. La compañía tiene más de US$ 7,000 millones en bonos que vencen el próximo año, según los últimos datos de la empresa.