Con un déficit de 17 millones de toneladas de maíz tanto para consumo humano como animal, México no estará listo en el 2024 para dejar de importar maíz transgénico, señaló el director de Ventas para México de la firma Bayer, Nery Echeverría.
Esa meta, estimó, se podría alcanzar en una década si invierte lo necesario en tecnología agrícola porque si busca hacerlo para las importaciones en dos años lo que puede generar “es una crisis alimentaria en el país”.
Echeverría hizo estas declaraciones durante una visita de un grupo de periodistas a la planta de Bayer en Los Mochis, Sinaloa, que para alcanzar esa meta hay que incentivar al campo y a los productores, pero no sembrando más hectáreas “porque la frontera agrícola ya está en un límite”.
“Si vamos a buscar más hectáreas tenemos que deforestar y quizás no es la mejor decisión”, apuntó.
Por ello, consideró que la mejor opción es “introducir más tecnología en las hectáreas que ya se siembran”, como ocurre en el noroccidental estado de Sinaloa que tiene un promedio de rendimiento de 12 toneladas por hectárea, mientras que en el estado Chiapas esa producción apenas llega “casi a la mitad”, pero podría incrementar a ocho o nueve toneladas.
En el 2020, el Gobierno mexicano emitió un decreto que prohíbe, a partir del 2024, la importación de maíz amarillo modificado genéticamente, y tiene como idea cubrirse con la producción nacional.
Para aumentar la producción, expuso Echeverría, se tiene que trabajar en ayudar al agricultor a acceder a más y mejores tecnologías para aumentar la producción como en el caso de Vitala, una innovación del maíz hecha en México que permite incrementar el número de plantas sembradas por hectárea, y aumentar la producción en el mismo espacio de tierra disponible para el cultivo.
“Quedan menos de dos años para febrero del 2024 y si se bajara de tajo la producción vamos a tener una crisis de producción de huevo de pollo, de cerdo, de carne de res, ya que (el maíz) es el alimento base para la ganadería, hoy no se ve, pero si se hace de tajo seguro que vamos a tener un problema grave en nuestro país”, expuso.
Problema multifactorial
Para Echeverría, la semilla “es uno de los factores, pero el rendimiento es multifactorial”.
Por ello, dijo, se debe “invertir en semilla mejorada, pero también en prácticas de manejo del cultivo, en formas de fertilizar, en el manejo de plagas y enfermedades”. Agregó que existe un tema del que se habla poco pero que es real.
“De esos 17 millones o 18 millones de toneladas que importamos al año serían 1.5 millones mensuales y para ello se necesita capacidad para almacenar y capacidad logística”, expuso.
El directivo de Bayer cree que “ser autosuficiente es posible, pero es un proceso que no tardaría menos de diez años y eso empezando actuar desde ahora”.
Y para llegar a esa meta, apuntó, se requiere de inversión en semilla mejorada, en prácticas agronómicas, en agricultura digital, en infraestructura, en logística, maquinaria, financiamiento a un costo menor. “Es un proceso que no es en dos años, ni en cinco y requiere de un plan estructurado para llevarlo a cabo”, remarcó.
Recordó que en el 2021 en México se consumieron 44 millones de toneladas de maíz, “pero se produjeron 27 millones, es decir, se importan entre 17 millones y 18 millones de toneladas, un 36% o 37% que consumimos en el país lo importamos” y dijo que la mayoría del origen de ese maíz es de Estados Unidos, “más del 90% y es transgénico”.
“Hoy no estamos preparados para poder producir esos 17 millones de toneladas”, dijo y recordó que el promedio nacional de producción es de 3.5 toneladas por hectárea.
Y en el contexto actual, afirmó: “Cuando ves un incremento del precio del grano debido a la pandemia y luego el conflicto Rusia-Ucrania, claro que como país deberíamos de incentivar mayor producción nacional”.