El crecimiento económico de México se desaceleró inesperadamente en el segundo trimestre en comparación con el período anterior, ya que las tasas de interés de dos dígitos enfriaron la demanda.
El producto interno bruto se expandió un 0.2% en los tres meses hasta junio, por debajo de la mediana de las estimaciones de los economistas encuestados por Bloomberg de un 0.4%, según datos preliminares publicados el martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Frente a igual período del año pasado, el PBI creció un 2.2% en el trimestre, por debajo de la mediana del 2.4%.
Se prevé que la producción anual se desacelere por tercer año consecutivo en 2024 y por cuarto en 2025, pero el aumento del gasto federal previo a las elecciones nacionales de junio ayudó a reforzar el impulso de la economía. El gobierno adelantó bonos a personas mayores y a otros grupos inscritos en programas públicos para evitar interferir con las normas electorales.
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“La debilidad fue bastante generalizada”, escribió en una nota de investigación Kimberley Sperrfechter, economista de mercados emergentes de Capital Economics. Prevé que la actividad crezca un 1.5% este año, por debajo de la proyección media del 2% de una encuesta de Bloomberg. El informe de hoy es “el último de una serie de datos de actividad débiles y se suma a la evidencia de que a la economía de México le falta impulso”, añadió.
La agricultura cayó un 1.7% en el trimestre tras las fuertes sequías que afectaron a la producción y los precios. La industria manufacturera y los servicios registraron un avance del 0.3% cada uno, según la agencia de estadísticas.
La demanda interna había contribuido a impulsar la economía, ya que los consumidores siguieron gastando incluso cuando la debilidad en Estados Unidos, el mayor socio comercial de México, afectó a las exportaciones. El peso, que había sido una de las monedas de mercados emergentes con mejor desempeño del mundo a principios de año, enfrentó un período de volatilidad y pérdida de valor tras las elecciones de junio.
El Banco de México mantuvo las tasas en el 11% en su decisión más reciente de junio y los economistas están divididos sobre si realizará un recorte de 25 puntos básicos en agosto o las mantendrá hasta la siguiente reunión de setiembre. La inflación se ha acelerado desde marzo, aunque algunos miembros de la junta de gobierno del Banco Central habían señalado que los drivers se concentraban en el componente no básico.
“El crecimiento fue un poco decepcionante, pero no necesariamente precursor de una recesión”, afirmó Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo. El debilitamiento de la moneda nacional afectó a las remesas, lo que probablemente frenó el gasto de los consumidores, mientras que la inflación sigue siendo un problema económico clave. “México sigue encaminado a crecer en torno al 2% este año, por lo que no creo que esto sea un factor material en la próxima decisión sobre las tasas”.
La junta de cinco miembros ha sido cautelosa, y la gobernadora, Victoria Rodríguez, dijo que estaban abiertos a seguir discutiendo bajar las tasas. En junio, uno de los miembros de la junta votó a favor de un recorte de un cuarto de punto, lo que sugiere que otros miembros también podrían empezar a ver motivos para una reducción.
En una encuesta reciente de Citi, los economistas pronosticaron que el próximo movimiento de la tasa de interés oficial se producirá en agosto y terminará en 2024 en el 10.25%. También prevén un crecimiento del 1,9% en 2024 y del 1.5% en 2025. La inflación bajará al 4.4% a finales de año.
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