La batalla del banco central mexicano contra la inflación ha destacado su autonomía, pues la junta de gobierno desafía presiones del presidente Andrés Manuel López Obrador para mantener tasas de interés más bajas a fin de ayudar a la economía, según funcionarios, legisladores y analistas.
Las preocupaciones sobre la autonomía del Banco de México (Banxico) se dispararon en marzo después de que López Obrador reveló el alza de la tasa clave en 50 puntos base horas antes de la entidad monetaria lo hiciera oficial.
El presidente se disculpó posteriormente, diciendo que pensaba que la decisión ya era pública.
Sin embargo, el desliz alimentó las preocupaciones sobre la independencia del banco central que surgieron a finales de 2021, cuando López Obrador nombró a Victoria Rodríguez, una funcionaria de finanzas poco conocida, para dirigir el banco central después de retirar inesperadamente su apoyo a su anterior candidato, el exsecretario de Hacienda Arturo Herrera.
Sin embargo, mientras López Obrador ha comenzado a advertir de los riesgos para la economía de México por el aumento de los costos del crédito, Banxico ha presentado un frente cada vez más unido en el alza de las tasas a pesar del deterioro de las perspectivas de crecimiento.
El 23 de junio, Banxico aprobó por unanimidad su mayor incremento en la tasa clave en la historia reciente -de 75 puntos base que reflejaba el realizado por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos una semana antes- tras los aumentos de 50 puntos base en cada una de sus cuatro reuniones anteriores de política monetaria.
Al día siguiente, López Obrador instó a Banxico y a otros bancos centrales a encontrar formas de controlar la inflación en lugar de subir las tasas para no afectar a la economía.
Es improbable que el banco central, en el que cuatro de los cinco miembros de la junta de gobierno fueron nombrados durante el gobierno de López Obrador, se deje influenciar por tales comentarios, dijeron a Reuters dos funcionarios de alto nivel, quienes hablaron bajo condición de anonimato.
Los críticos del gobierno están de acuerdo.
“El banco se está comportando como una autoridad independiente”, dijo Ildefonso Guajardo, diputado del centrista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y exsecretario mexicano de Economía. “No está tratando de complacer al presidente”, añadió.
El banco central no respondió a una solicitud de comentarios sobre si se vería influenciado por las sugerencias del presidente.
Guajardo dijo que creía que era poco probable que López Obrador interfiriera seriamente en la independencia de Banxico porque el presidente había llegado a comprender que los pobres de México, su principal base de apoyo popular, serían los que más sufrirían con la inestabilidad financiera.
En cambio, las recomendaciones de López Obrador al banco central tenían como objetivo mandar el mensaje a sus partidarios de que el sufrimiento por tasas de interés más altas no era obra suya, dijo Raúl Feliz, economista del centro de estudios CIDE en Ciudad de México.
El banco central tiende a no responder a los comentarios de López Obrador, aunque incluso Gerardo Esquivel, posiblemente el miembro de la junta de gobierno más moderado elegido por el presidente, se ha enfrentado a él públicamente.
Peso fortachón
Durante su gobierno, López Obrador ha hablado repetidamente de la estabilidad del peso mexicano, que las alzas en las tasas de Banxico han ayudado a sostener.
Con una inflación en gran parte importada y cerca de un máximo de 21 años de casi el 8%, un peso más fuerte mitiga las presiones de los precios, dijo Feliz. López Obrador se cuidará de poner en peligro esa situación a medida que se acercan las elecciones presidenciales del 2024, añadió.
“Imagínate que llegáramos a la elección con un tipo de cambio fuera de control y la inflación fuera de control”, manifestó Feliz.
López Obrador ha dominado tanto el gobierno que el tradicional contrapeso del banco central, la Secretaría de Hacienda, ha sido socavado, lo que podría dar más autonomía a Banxico, dijo Patricia Terrazas, legisladora de la oposición y ex-presidenta de la comisión de Hacienda en la cámara baja.
Los enfrentamientos en torno a la política hicieron que el primer secretario de Hacienda de López Obrador renunciara apenas siete meses después de asumir el cargo. Dos años después, su sustituto, Herrera, dejó la oficina para dirigir el banco central antes de que el presidente lo abandonara por Rodríguez.
Aunque no tenía experiencia previa en el banco central, Rodríguez se ha desempeñado con profesionalismo y la independencia del Banxico ha pasado “muchas pruebas”, señaló Guajardo.
De hecho, los votos de la junta de gobierno de Banxico se han vuelto más unánimes a medida que se intensifican los esfuerzos para hacer frente a la creciente inflación.
Cuando Banxico se embarcó en su actual ciclo de endurecimiento monetario el verano boreal pasado anunció seis decisiones divididas de forma consecutiva. Pero sus anuncios han sido unánimes en dos de las tres últimas alzas, incluso cuando el presidente ha impulsado una política de mayor relajamiento.
“Tienen claro la gran responsabilidad que implica el banco central”, dijo Terrazas, del Partido de Acción Nacional (PAN), de centro-derecha. “Hasta ahorita, el banco hace su tarea”, añadió.