Las personas menores de 20 años son prácticamente la mitad de susceptibles de contraer COVID-19 que las que superan esta edad, reveló un estudio de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, publicado en la revista Nature Medicine.
La investigación señaló que los síntomas clínicos aparecen en el 21% de las personas entre 10 y 19 años que se contagian del nuevo coronavirus, un porcentaje que aumenta hasta 69% en los adultos mayores de 70 años.
El estudio detectó una proporción marcadamente baja de casos de COVID-19 entre los niños, en comparación con los adultos, lo que podría explicarse por su menor vulnerabilidad a la enfermedad, una menor propensión a mostrar síntomas clínicos o una combinación de ambos, apuntaron los expertos.
El equipo liderado por Rosalind Eggo y Nicholas Davies, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, desarrolló un modelo de transmisión basado en la edad a partir de datos demográficos de 32 ubicaciones en seis países (China, Italia, Japón, Singapur, Canadá y Corea del Sur) y cifras de seis estudios sobre tasas de infección estimadas y gravedad de los síntomas en diferentes grupos de edad.
A partir de este modelo, los autores pudieron estimar simultáneamente la susceptibilidad a la enfermedad y los síntomas clínicos por edad y observaron que, en todas las regiones, los menores de 20 años eran aproximadamente la mitad de vulnerables al virus que los que sobrepasaban esta edad.
Además, simularon epidemias de COVID-19 en 146 capitales de todo el mundo y descubrieron que el número total esperado de casos clínicos en una epidemia no mitigada variaba de una ciudad a otra en función de la media de edad de la población.
Así, se producían más casos clínicos per cápita en ciudades con poblaciones mayores y más contagios asintomáticos (o con síntomas leves) en urbes con habitantes más jóvenes.
Sin embargo, el número estimado de reproducción básica (el promedio de casos que una persona infectada puede causar mientras tiene la enfermedad) no varió significativamente según la media de edad.
Los países con poblaciones más jóvenes, como muchos países de bajos ingresos, podrían tener una tasa menor de infección per cápita, aunque los científicos destacaron que las variables asociadas con los de bajos ingresos también pueden influir en la gravedad de la enfermedad y su expansión.
Precisaron que comprender el papel de la edad en la transmisión y la gravedad de COVID-19 “es crucial para determinar el impacto de las intervenciones de distanciamiento social, así como para estimar con precisión el número de casos en todo el mundo”.