Los países del Mediterráneo mantendrán este miércoles un encuentro organizado por Italia para idear medidas que mitiguen el impacto del bloqueo de las exportaciones de cereal de Ucrania por la guerra desatada por Rusia y sus riesgos para la seguridad alimentaria de la región.
El I Diálogo Ministerial Mediterráneo sobre la Crisis Alimentaria estará presidido por el jefe de la diplomacia italiana Luigi Di Maio, junto a los responsables de Alemania, presidente del G7; Turquía, como miembro del G20, y Líbano, uno de los países más afectados por la crisis, informó el Ministerio de Exteriores.
En total participarán los ministros con competencias en alimentación de 24 países de la cuenca mediterránea, así como el director general de la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, participarán por videoconferencia en el foro.
En el encuentro, cerrado a la prensa y del que solo se mostrará la intervención de apertura de Di Maio y Qu, también estarán presentes otras seis organizaciones de Naciones Unidas especializadas en crisis alimentarias.
El objetivo es buscar iniciativas “concretas” dirigidas a paliar la falta en el mercado del cereal y otras materias primas debido al bloqueo de los puertos de Ucrania, coloso global en la exportación de grano y también fertilizantes.
Unos bienes que son especialmente fundamentales para la seguridad alimentaria en áreas como Oriente Medio y el norte de África.
La mayor parte de las mercancías alimentarias ucranianas se trasladaban desde la antigua república soviética al resto del mundo a través de los puertos del mar Negro, bloqueados ahora por Rusia, que es de hecho otro gigante en el comercio mundial del grano.
Se trata de una amenaza directa a la alimentación de millones de personas del área del Mediterráneo ya que, la escasez de estas materias, esenciales en cualquier dieta, está aumentando su precio.
Durante el mes de mayo, mientras el valor de otros alimentos básicos como los lácteos o aceites vegetales descendía, el de los cereales crecía en un 2.2% respecto al mes anterior, según el índice que cada mes publica la FAO.
La reducción de la producción en Ucrania por la guerra y el bloqueo de las exportaciones, pero también el repentino proteccionismo de India, han hecho que el trigo, por ejemplo, se haya encarecido en un 56.2% en comparación con mayo del pasado año.
Italia, gran comprador de cereales en el mercado internacional, se ha esforzado en organizar este evento ante la preocupación de este escenario y también por otras repercusiones “colaterales”, como el aumento de la llegada de inmigrantes huyendo de la carestía.
Precisamente su ministra del Interior, Luciana Lamorgese, advirtió el viernes que cabe esperar un aumento del flujo migratorio procedente del norte de África de agravarse esta crisis alimentaria.
Y el jefe de la diplomacia italiana no excluye que la coyuntura pueda degenerar en nuevos conflictos en el Mediterráneo.
“Se corre el riesgo de que exploten nuevas guerras a miles de kilómetros de Ucrania porque Rusia con sus naves militares está bloqueando la exportación de grano de los puertos ucranianos”, avisó en su intervención este lunes en un evento en Nápoles (sur).