Según la Organización Internacional del Trabajo el desempleo juvenil, obstinadamente alto tres años después de la pandemia, corre el riesgo de atrapar para siempre a millones de trabajadores que inician su carrera en trabajos informales y mal remunerados.
Cerca de 73 millones de personas de 15 a 24 años estarán sin trabajo este año, 6 millones más que en 2019, dijo la institución con sede en Ginebra en un informe. Los trabajadores jóvenes sufrieron porque fueron de los primeros en ser despedidos cuando los confinamientos cerraron negocios en todo el mundo y porque las empresas dejaron de contratar.
“Los jóvenes que pierden su trabajo o no consiguen uno son particularmente vulnerables a las cicatrices, el fenómeno por el cual sus futuros resultados en el mercado laboral son peores que los de sus pares, incluso cuando las condiciones macroeconómicas mejoran nuevamente”, advirtió la OIT. “Pueden terminar aceptando un trabajo para el que están sobrecalificados, lo que corre el riesgo de atraparlos en una trayectoria laboral que implica informalidad y salarios bajos”.
Si bien la producción mundial se ha recuperado de su caída pandémica, el mercado laboral aún está en proceso de recuperación. Los factores que pesan sobre su recuperación incluyen problemas en suministros persistentes, la inflación más alta en una generación y el impacto de la guerra en Ucrania en el precio y la disponibilidad de energía.
“Los problemas del desempleo juvenil, la inactividad y el trabajo precario deben estar en el centro de las políticas de recuperación económica para evitar que una crisis laboral se convierta en social”, dijo la OIT.
Pronostica que el desempleo juvenil mundial promediará el 14.9% este año, desde poco más del 8% en América del Norte hasta más del 29% en el norte de África.
A pesar del alto riesgo de que los jóvenes se enfrenten a graves desventajas en el mercado laboral en el futuro, también hay oportunidades para ellos.
“Las mujeres y los hombres jóvenes, con su educación y capacitación más contemporánea, así como su creatividad e ingenio, están bien ubicados para beneficiarse de la expansión de las economías verde y azul”, dijo la OIT, refiriéndose al impulso por una energía de fuentes más amigable con el clima y un uso más sostenible de los océanos del planeta.
Se estima que se podrían crear 8.4 millones de puestos de trabajo adicionales para 2030 mediante la implementación de medidas políticas verdes y azules. Para entonces, la cobertura de banda ancha universal podría conducir a otra ganancia neta de empleo de 24 millones, mientras que las inversiones en los sectores del cuidado podrían agregar casi 18 millones de puestos más.