La creciente escasez de alimentos puede representar para el mundo la misma amenaza sanitaria que la pandemia del COVID-19, declaró el director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Peter Sands.
El aumento de los precios de los alimentos y la energía, en parte provocado por la guerra en Ucrania, podría matar a millones de personas tanto directa como indirectamente, sostuvo.
“La escasez de alimentos funciona de dos maneras. Una es la tragedia de que la gente muera de hambre. Pero en segundo lugar se da el hecho de que a menudo un número mucho mayor de personas están mal alimentadas, y eso las hace más vulnerables a las enfermedades existentes”, explicó.
Dijo que los esfuerzos para mejorar la preparación ante las pandemias no deben cometer el error “clásico” de preocuparse sólo por las crisis que se parecen a la amenaza más reciente a la que se ha enfrentado el mundo.
“No está tan bien definida como la aparición de un nuevo patógeno con nuevos síntomas distintivos. Sin embargo, podría ser igual de mortífero”, relató.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 15 millones de personas pueden haber muerto a causa del COVID-19.
Sands afirmó que es necesario invertir en el fortalecimiento de los sistemas de salud para ayudar a prepararse para las repercusiones de la escasez de alimentos.