Boris Johnson es el tercer primer ministro conservador del Reino Unido que se ha visto forzado a dimitir en apenas seis años, ya sea por disputas internas sobre Europa o por escándalos.
David Cameron, Theresa May y ahora Boris Johnson han presentado la renuncia como líderes del Partido Conservador y, por lo tanto, como jefes del Gobierno desde junio del 2016.
David Cameron
Cameron renunció el 24 de junio del 2016, poniendo fin de manera abrupta a su mandato después de que los votantes del Reino Unido tomasen la trascendental decisión de abandonar la Unión Europea (UE). Cameron había hecho campaña a favor de la permanencia.
En el 2013, Cameron había prometido convocar un referéndum sobre la permanencia o salida del club europeo después de las profundas divisiones que este asunto había causado en su partido.
A pesar de su campaña a favor de la UE, Cameron se topó con la del Brexit fomentada por Boris Johnson y Michael Gove, los rostros más visibles del apoyo a la salida de la UE.
Pocas horas después de conocerse el triunfo del Brexit, Cameron salió de la residencia de Downing Street para anunciar la dimisión.
Theresa May
Tras una elección interna en el Partido Conservador, May tomó las riendas de la formación en julio del 2016 y prometió cumplir con la decisión del electorado para materializar el Brexit.
El Brexit terminó definiendo por completo sus casi tres años en el cargo ya que sus planes para cumplirlo fracasaron varias veces.
En el 2017 convocó de manera sorpresiva unas elecciones generales, pero perdió la mayoría y sufrió derrotas humillantes en el Parlamento de Westminster (central) cuando el acuerdo de retirada que acordó con la UE fue rechazado tres veces.
Los parlamentarios conservadores descontentos con su política del Brexit fomentaron la convocatoria de una moción de censura interna en el 2018, pero May consiguió ganarla.
Sin embargo, esto no logró sofocar la oposición dentro de las filas “tories” y varios ministros dimitieron en protesta, hasta que finalmente cedió a las presiones y dimitió el 24 de mayo del 2019.
Boris Johnson
Tras una elección interna en el Partido Conservador, Johnson llegó al poder el 24 de julio del 2019.
Johnson siempre fue una figura controvertida pero contó con el apoyo de su formación por su carisma y su capacidad para atraer a los votantes, así como su determinación para materializar el Brexit.
Las quejas de los conservadores con el liderazgo de Johnson comenzaron a aumentar seriamente en noviembre pasado cuando el primer ministro intentó reformar el sistema de estándares en el escándalo de cabildeo del diputado Owen Paterson.
Después siguió un goteo constante de escándalos, como el “partygate”, las fiestas en Downing Street durante la pandemia, así como acusaciones de engañar al Parlamento cuando dijo en su día que no había violado las restricciones antiCOVID en vigor.
Su autoridad quedó dañada en una moción de censura interna el mes pasado, en la que el 41% de sus diputados le retiraron su apoyo.
El último escándalo que colmó el vaso fue el caso del diputado Chris Pincher, acusado de acoso sexual a dos hombres en un exclusivo club privado de Londres, pero su comportamiento inadecuado ya había sido motivo de una investigación oficial hace unos años.
Johnson fue acusado de mentir cuando dijo hace unos días que no estaba al tanto de esa investigación, algo que no resultó cierto.
Este último escándalo perjudicó la reputación de Johnson, que ha aceptado dimitir después de que más de 50 miembros de su Gobierno presentasen sus dimisiones.