El jefe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, abogó este miércoles por cerrar las lagunas fiscales y discutir un impuesto universal mínimo para los superricos ante la concentración “extraordinaria” de riqueza.
“Los más ricos son capaces de no pagar la parte que les corresponde en impuestos porque operan de forma global”, señaló el economista en el Pabellón de la Bienal de la ciudad brasileña de São Paulo, donde asiste como representante de Naciones Unidas a la reunión de ministros de Economía del G20.
En ese sentido, Steiner ve con buenos ojos la voluntad de Brasil, que ocupa la Presidencia temporal del grupo, de abrir el debate sobre la nueva tasa en la reunión que se celebra este miércoles y jueves, aunque dice no haber visto todavía una propuesta concreta del país suramericano.
“Es el momento correcto, tanto por la concentración extraordinaria de riqueza como por las dificultades de los países de invertir en la nueva generación de tecnología y digitalización, para la cual los recursos son clave”, afirmó en una entrevista con EFE.
El funcionario germano-brasileño cree que hay un “consenso universal sobre la necesidad de lidiar con las lagunas fiscales que crean una competencia injusta entre países”, en línea con la reciente propuesta de la OCDE de crear un impuesto mínimo del 15 % sobre los beneficios de las multinacionales.
“Nuestro trabajo en Naciones Unidas va a depender de lo que acuerden los Estados miembros, tal vez un nuevo instrumento”, agregó.
Eso sí, el jefe del PNUD alertó de que muchas naciones en vías de desarrollo sienten que las negociaciones actuales alrededor de un nuevo sistema fiscal internacional “no reflejan adecuadamente sus intereses”.
Aliviar el peso de la deuda
A falta de impuestos adecuados para los ultrarricos, Steiner destacó la importancia de invertir en redes de seguridad social para los más vulnerables con el fin de reducir las desigualdades en América Latina y promover el crecimiento.
“De todas las regiones del mundo, América Latina es la que tiene la menor previsión de crecimiento tras la pandemia, con la inflación y las altas tasas de interés complicando mucho más la situación”, dice.
En este contexto, el jefe del PNUD defiende la necesidad de aliviar el peso de la deuda en los países en vías de desarrollo, que enfrentan desafíos cada vez mayores para pagarla debido al incremento de los intereses.
“Para algunos países de la región ir a los mercados de capital se ha vuelto prohibitivamente caro”, afirmó, antes de añadir que hay Gobiernos que ya gastan más dinero en pagos de la deuda que en educación o sanidad.
Muchas naciones en vías de desarrollo piensan, dijo Steiner, que los instrumentos concebidos durante la pandemia de COVID-19 para suspender el pago de la deuda proporcionaron “un alivio temporal” y que ya no responden a los desafíos actuales.
“Tenemos que plantear el tema de la reestructuración de deudas, y hay muchas maneras en las que esto se podría hacer ahora”, aseguró.
Si no se hace, existe el riesgo de que se ensanche la distancia entre países desarrollados y en vías de desarrollo, después de décadas de convergencia económica.
“Estamos en un periodo que puede ser profundamente disruptivo porque los países más pobres no se están recuperando tan rápido y vamos a ver una divergencia en vez de una convergencia”, alertó.