El ejército israelí confirmó el viernes que sus tropas penetraron en el centro de Rafah, intensificando su guerra de casi ocho meses contra el movimiento palestino Hamás, pese a los llamados internacionales para frenar la ofensiva terrestre en esta ciudad del sur de Gaza.
La preocupación por la seguridad de los civiles palestinos que se hacinan en Rafah no disuadió a Israel de proseguir la operación que lanzó allí el 7 de mayo con el objetivo de eliminar los últimos batallones de Hamás.
El presidente estadounidense, Joe Biden -- que amenazó con reconsiderar su apoyo a su aliado Israel en caso de una ofensiva a gran escala en esta ciudad fronteriza con Egipto -- se pronunciará este viernes sobre la situación en Oriente Medio, indicó la Casa Blanca.
LEA TAMBIÉN: ¿Qué está pasando en Rafah? Las implicancias políticas y económicas
LEA TAMBIÉN: Tropas de Israel y Egipto intercambian disparos en Gaza; confirman un muerto
El ejército israelí anunció que sus “comandos operan en el centro de Rafah”, donde “destruyeron un depósito de armas” de Hamás. También informó de la muerte de dos soldados en Gaza, lo que eleva a 292 sus militares muertos desde que Israel lanzó su ofensiva terrestre a finales de octubre.
Antes de que comenzase la operación israelí en Rafah, la ONU estimó que 1,4 millones de personas se refugiaban en la ciudad. Un millón habría huido desde entonces, según la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Testigos informaron de bombardeos israelíes cerca de Rafah y en Nuseirat, en el centro del territorio palestino. En el centro del territorio, 11 personas murieron en bombardeos nocturnos en Deir al Balah y en el campo de refugiados de Nuseirat, según fuentes médicas.
El ejército afirmó que “eliminó a varios terroristas que operaban cerca” de sus tropas en esa zona.
Crisis humanitaria
El despliegue terrestre en Rafah permitió que Israel tomase el control del corredor Filadelfia, una franja de 14 kilómetros a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, acusó a Hamás de usar ese corredor para transportar armas hacia la Franja de Gaza utilizando túneles.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, desmintió la existencia de estos túneles bajo la frontera y acusó a Israel de buscar justificaciones para su ofensiva en Rafah.
Egipto e Israel se culpan del bloqueo del paso fronterizo de Rafah, crucial para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y cerrado desde que el ejército tomó el control del lado palestino a comienzos de mayo.
La ONU advierte frecuentemente del riesgo de hambruna en Gaza, bajo asedio israelí, casi desde el inicio del conflicto en octubre.
“Hace 24 días que la ocupación israelí tomó el control del paso de Rafah y cerró el de Kerem Shalom, agravando la crisis humanitaria e impidiendo que 22,000 heridos y enfermos salieran de Gaza para ser tratados, y que la ayuda entrara”, lamentó el viernes la oficina de prensa de las autoridades de Gaza, un territorio gobernado por Hamás desde 2007.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), afirmó que “la ayuda que entra [en Gaza] no llega a la población” y recordó que la obligación legal de Israel de facilitar ayuda “no se detiene en la frontera”.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, pidió a Israel que “cese su campaña” contra la agencia, en un artículo publicado en el New York Times.
Israel acusó a empleados de la UNRWA de estar implicados en el ataque del 7 de octubre de Hamás, que desencadenó la guerra, provocando que varios países cesaran su financiación.
El día del ataque, comandos de Hamás mataron a 1,189 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una ofensiva que dejó hasta el momento 36,284 muertos en Gaza, según el balance del Ministerio de Salud del territorio palestino.
Con las negociaciones indirectas para un alto el fuego en punto muerto, el jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, indicó el viernes que “la resistencia (...) informó a los mediadores una vez más que sus exigencias no son negociables”.