Los negociadores de las instituciones europeas cerraron hoy un acuerdo sobre la reforma de la “tarjeta azul”, que incluye nuevas condiciones que harán a la Unión Europea (UE) un destino más “atractivo” para los trabajadores extranjeros altamente cualificados, informó el Consejo en un comunicado.
Con las nuevas normas acordadas por el Consejo (países) y la Eurocámara, la UE quiere poder competir con otros países para atraer talento.
En particular, la nueva tarjeta azul prevé condiciones de admisión más flexibles, más derechos y la posibilidad para los trabajadores de moverse y trabajar con mayor facilidad entre los Estados miembros.
La comisaria de Interior, Ylva Johansson, señaló en un comunicado que las nuevas normas “reconocerán el potencial de los trabajadores altamente cualificados de diversos orígenes, incluidos los beneficiarios de protección internacional”.
Aunque en la UE los países son responsables de decidir el número de personas que admiten con fines laborales, contar con un marco a nivel europeo situará a los Estados miembros y las empresas en una posición más favorable para atraer talento.
En particular, la nueva tarjeta azul introduce como cambio que sus titulares y los miembros de sus familias podrán moverse a un segundo Estado después de haber estado trabajando 12 meses en el primero.
También se tendrán en cuenta los períodos de trabajo en diferentes países de la UE, lo que facilitará el acceso al estatuto de residente de larga duración.
La reforma facilitará contratos más cortos (de seis meses, cuando ahora se exige un contrato de al menos un año para poder recibir una tarjeta azul), y extenderá el esquema a nuevos beneficiarios.
El Parlamento Europeo y el Consejo aún deberán confirmar formalmente el acuerdo político de hoy mediante la adopción de la Directiva de la tarjeta azul de la UE.
Una vez adoptada formalmente, los países dispondrán de dos años para adaptar esas normas a su legislación nacional.
En el 2016, la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa con el fin de reformar el sistema de tarjeta azul.
La negociación de esta propuesta, en el marco de las medidas para impulsar las vías legales de acceso a la Unión, quedó relegada durante años por la falta de avances, pero la idea fue retomada con el Pacto de Migración y Asilo presentado el pasado septiembre.
El objetivo de la revisión es permitir a las empresas europeas atraer a personas altamente cualificadas y con talento de todo el mundo, facilitando y haciendo más atractivo para esos trabajadores de terceros países trasladarse a la Unión.
Para solicitar una tarjeta azul, además de no proceder de ningún país de la UE, el trabajador debe contar con estudios o experiencia profesional, así como con un contrato de trabajo o una oferta.