El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pasó de ser asiduo defensor de las redes sociales a detractor. Son “multiplicadores del odio y el fascismo”, lanzó el gobernante, que acusa a la oposición de usarlas para “campañas de odio” entre denuncias de fraude en su reelección.
En un país donde la libertad de prensa está restringida, Maduro ordenó suspender a X por 10 días: el plazo finalizó el domingo, pero esa red social sigue siendo inaccesible sin un VPN. El mandatario promueve además un boicot contra la plataforma de mensajería WhatsApp y acusa a Instagram y TikTok de atacarlo.
“¡Fuera Elon Musk y fuera X de América Latina!”, lanzó el lunes el presidente, que tiene meses cruzando críticas con el multimillonario propietario de esa red social.
Maduro busca ahora contener la protesta contra su reelección, con gritos de fraude desde la oposición que se viralizaron con rapidez.
Tras la aprobación la semana pasada de una ley para fiscalizar oenegés, ampliamente criticada por defensores de derechos humanos, el gobernante chavismo prometió una ley de redes sociales en los próximos días.
“Se trata de una escalada en el sistema de censura”, dijo a la AFP Giulio Cellini, director de la consultora política Log Consultancy. “El gobierno identifica las redes sociales como el mecanismo a través del cual la gente logra informarse”.
La cuestionada reelección de Maduro el 28 de julio desató protestas con saldo de 25 muertos, casi 200 heridos y más de 2,000 detenidos. Activistas denuncian arrestos por publicaciones en redes.
“En Venezuela existe un toque de queda en internet”, subraya Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP). “Hay cientos de venezolanos que están siendo perseguidos por sus expresiones en las distintas redes sociales y decenas de ellos han sido detenidos”.
Una legislación “presumiblemente”, alerta Ruiz, “aumentaría la persecución, la estigmatización y la judicialización” de voces disidentes.
Ecosistema de medios diezmado
Maduro acusa a sus adversarios de promover violencia a través de las redes, pero Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público, sostiene que en realidad intenta cerrar “válvulas de escape con las que la gente trata de conseguir información” en un ecosistema mediático pequeño y silenciado.
Espacio Público, promotora la libertad de expresión, contabiliza más de 400 periódicos, radios y televisoras cerrados en dos décadas de gobiernos chavistas.
Las televisoras y radios de señal abierta, a la vez, operan en un clima de censura y autocensura, al tiempo que portales web críticos son habitual blanco de bloqueos en los proveedores locales de internet.
Cadenas de noticias internacionales como CNN en Español, adicionalmente, han sido sacadas del aire por las cableoperadoras.
Venezuela está en el lugar 156 entre 180 países en el índice de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, únicamente por encima de Nicaragua (163) y Cuba (168) en América Latina.
En el marco de la crisis poselectoral, el SNTP ha documentado detenciones de cuatro reporteros y otros dos periodistas dedicados al activismo político. La organización gremial ha denunciado también decenas de despidos en medios de comunicación estatales por represalias a interacciones a favor de la oposición en redes.
“Venezuela puede vivir sin X”
El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, alega que la extensión del bloqueo de X se debe a documentación exigida a la empresa que no ha sido entregada.
“Venezuela puede vivir sin X”, dijo al portal oficialista La Iguana TV.
Según Ñáñez, Facebook es la red social más popular entre los venezolanos, con 22 millones de perfiles; seguida por la china Tik Tok, con 8 millones de cuentas; e Instagram, con 7.9 millones. Hay según esos números 2.7 millones de cuentas en X en este país.
No obstante, es una plataforma con peso político, usada como principal canal por líderes opositores como María Corina Machado, que reclama la victoria del candidato Edmundo González Urrutia en las presidenciales.
“Su bloqueo reduce su alcance y, en el caso de Venezuela, es una red muy política, muy de temas de interés público”, apunta Correa.
Maduro, en tanto, hace múltiples apariciones en la amplia red pública de medios de comunicación, al servicio de la ‘Revolución Bolivariana’.
Un dibujo animado de propaganda, Superbigote, presenta a Maduro en la TV estatal como un superhéroe con el puño izquierdo de hierro que enfrenta a monstruos de la oposición y Estados Unidos, país que ha liderado la presión internacional en su contra. El enemigo en su último episodio: Elon Musk caricaturizado como un demonio.
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