Argentina, un país con recurrentes problemas en el manejo de su deuda pública, busca una nueva y millonaria reestructuración de títulos públicos que le permita dejar a un lado por unos años el lastre de abultados vencimientos para intentar reactivar su golpeada economía.
El país es aún recordado por protagonizar en el 2001 el que fuera considerado entonces como el mayor cese de pagos de la historia, por US$ 102,000 millones.
Recién en el 2016, apenas hace cuatro años, Argentina logró regularizar su situación y salir así del penoso "default", pero desde entonces su nivel de deuda creció vertiginosamente, al tiempo que su economía se hundía.
Estas son las seis claves para entender el escenario actual de la deuda argentina.
1. ¿Cuánto debe Argentina y por qué su deuda es insostenible?
De acuerdo a datos de la Secretaría de Finanzas, a finales de marzo último la deuda bruta de Argentina ascendía a US$ 323,399 millones, el 44% emitida bajo legislación extranjera.
La deuda en títulos públicos de mediano y largo plazo suma unos US$ 199,726 millones, un 79% en moneda extranjera.
Según el Gobierno argentino, las necesidades de financiación son demasiado elevadas, equivalentes al 22% del PBI% este año, y el nivel de deuda es insostenible, con una relación de la deuda total sobre el PBI del 88.8% y del 69% si se considera sólo la deuda en moneda extranjera.
El Gobierno sostiene además que la deuda no puede ser refinanciada mediante nuevas colocaciones por las elevadas tasas (35% para emisiones en dólares) que debería convalidar Argentina en los mercados.
Por lo demás, la fuerte caída en las reservas monetarias, que suman actualmente unos US$ 43,800 millones, han deteriorado la capacidad de pago de Argentina, un país que, por otra parte, arrastra dos años en recesión y podría hundirse este año 5.7% golpeado por la crisis del coronavirus.
2. Propuesta de reestructuración
El pasado 17 de abril Argentina formalizó una oferta para reestructurar bonos emitidos bajo legislación extranjera en manos de acreedores privados por un total de US$ 66,239 millones.
Se trata de 21 títulos nominados en dólares estadounidenses, euros y francos suizos.
La propuesta de canje incluye un período de gracia de tres años, con lo cual Argentina empezaría a pagar recién en el 2023, con un tasa inicial de 0.5%, que se incrementará paulatinamente hasta un interés promedio de 2.33% y una tasa máxima de 4.875%.
La oferta implica reducir el capital en US$ 3,600 millones, lo que equivale a una quita del 5.4% sobre el stock adeudado, y los intereses en US$ 37,900 millones, lo que equivale a una quita de intereses del 62%.
Argentina ofrece a los acreedores diez nuevos tipos de bonos, en dólares y euros, con vencimiento en el 2030, 2036, 2039, 2043 y 2047.
3. Un vencimiento clave
Con las cartas de la oferta argentina sobre la mesa, los ojos están ahora puestos en lo que hará Argentina el próximo miércoles, cuando debe pagar unos US$ 500 millones de intereses de tres bonos emitidos bajo ley extranjera e incluidos en la propuesta de reestructuración: los bonos Global 21, 26 y 46.
Ahí se verá si Argentina cumple o no, o echa mano al período de gracia de treinta días para saldar la deuda antes de ser considerada en "default".
Sea que muestre voluntad de pago o que incumpla, cualquiera de las dos decisiones tendrá impacto directo en el proceso de negociación en curso con los acreedores privados.
4. Conversaciones con el FMI
Argentina también aspira a renegociar su deuda por US$ 43,556 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mediante un nuevo acuerdo, que sustituya al firmado en el 2018, y al menos un período de gracia de tres años para empezar a cancelar los pasivos.
El Gobierno de Alberto Fernández ha destacado el cambio positivo que se operó en la relación entre Argentina y el FMI desde la llegada de Kristalina Georgieva como directora gerente del organismo, que ha reconocido que la deuda del país suramericano no es sostenible.
Argentina también adeuda US$ 1,931 millones al Club de París (organismo integrado por 22 países), una deuda que debe saldar en mayo, salvo que logre un acuerdo para postergar el vencimiento.
5. Deuda local en dólares “reperfilada”
El pasado 6 de abril, Argentina decidió en forma unilateral postergar hasta finales de este año vencimientos por casi US$ 10,000 millones correspondientes a títulos públicos emitidos en moneda estadounidense pero bajo legislación argentina.
El Gobierno afirma que otorgará a los tenedores de estos bonos "reperfilados" el mismo tratamiento que dará a los acreedores con títulos de legislación extranjera, es decir, les aplicará condiciones similares a las que se acuerden en el proceso de reestructuración en marcha.
6. Estrategia para la deuda en pesos
Por el momento, Argentina mantiene su estrategia de mantener al día los pagos correspondientes a los títulos en pesos emitidos bajo legislación local.
Este stock de deuda asciende a un equivalente de US$ 42,021 millones en bonos públicos de mediano y largo plazo, US$ 1,420 millones de letras del Tesoro en moneda nacional de mediano y largo plazo y US$ 6,589 millones de letras en pesos de corto plazo.
Para afrontar los sucesivos vencimientos de intereses y de capital de todos estos instrumentos, hasta ahora el Gobierno ha acudido frecuentemente al mercado doméstico, sea para proponer sucesivos canjes de títulos por otros de mayor plazo, sea para colocar nueva deuda y destinar los fondos obtenidos al pago de los compromisos.