Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en América Latina, con más de 700,000 muertes registradas en el 2020. (Foto: Andina).
Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en América Latina, con más de 700,000 muertes registradas en el 2020. (Foto: Andina).

Los retrasos en el tratamiento de enfermedades como el debido a la pandemia por el provocarán que unos 473,000 caigan en catástrofe financiera, empobrecimiento y, en casos extremos, lleguen a la muerte, según reveló un estudio realizado en la región.

“Los periodos de interrupción de los servicios de salud, así como el impacto económico de los mismos para la priorización de la atención del COVID-19, ha generado un tsunami de pacientes que no vienen siendo atendidos regularmente en los servicios de salud”, señaló Fernando Giannoni, líder de Asuntos Públicos y Comunicaciones para Latinoamérica en Roche.

El especialista se refirió así al estudio “El impacto de la pandemia de COVID-19 en el cuidado del cáncer en América Latina” desarrollado por Americas Health Foundation y un equipo de expertos médicos en conjunto con EY-Parthenon y el Catalyst Consulting Group y patrocinado por Roche.

Dicho documento precisó que el impacto económico de la pandemia en la atención del cáncer en América Latina será de US$ 5,000 millones, debido a los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento en la región.

A esto se suma el impacto directo a los pacientes, pues el estudio también reveló que unos 473,000 latinoamericanos se verán afectados por un cambio en la etapa clínica del cáncer.

“Fallecerán debido al retraso del tratamiento o caerán en catástrofe financiera y empobrecimiento”, advierte el estudio.

Al respecto, Giannoni precisó que estas interrupciones en los servicios de salud han “generado en la actualidad diagnósticos tardíos y probablemente continúe impactando las tasas de remisión de la enfermedad en pacientes oncológicos”.

Asimismo dijo que se debe pensar en una contribución real para los pacientes, sin embargo, ello trae consigo la importancia de combatir la mala distribución de recursos en la región mediante la optimización de las capacidades existentes.

“Incluyendo el aprovechamiento de la tecnología y uso de datos que informen decisiones que retornen en mejores resultados para los pacientes y para los sistemas de salud”, ahondó.

Y resaltó que la pandemia ha causado estragos en la capacidad de los sistemas de salud para brindar cuidados a pacientes con patologías y enfermedades no transmisibles, como el cáncer.

“Por eso, la inversión en salud enfocada en este tipo de afecciones necesita ser priorizada, pues poblaciones sanas son la piedra angular para el desarrollo de sociedades prósperas y de sistemas de salud sostenibles”, aseveró.

Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en América Latina, con más de 700,000 muertes registradas en el 2020.

Finalmente, el experto dijo que si bien es importante reconocer las cifras del impacto económico, la crisis que ha generado esto en la vida de los pacientes debe ser un foco de atención.

Por ello, el estudio realizado en la región destaca algunas medidas a implementar para fortalecer los sistemas de salud y mejorar su capacidad de respuesta, como la priorización de detección temprana y el acceso oportuno al tratamiento.

También sugiere evitar interrupciones en el tratamiento de todo tipo de cáncer para reducir las tasas de mortalidad y mitigar el impacto económico.