Miles de personas en toda Inglaterra se tomaron unos minutos durante el día de Navidad para ponerse la vacuna contra el COVID-19, haciendo fila bajo cielos plomizos y en medio del invierno, en momentos en que la variante ómicron está causando un aumento de casos en todo el país.
La farmacia Good Health Pharmacy en el norte de Londres fue uno de los locales que abrieron el sábado para dar la vacuna, en medio de un esfuerzo del gobierno por ofrecer las vacunas de refuerzos a todos los adultos antes de fin de año.
El farmaceuta Fenil Lalji dijo que los dueños de la farmacia decidieron abrir porque perdieron a un familiar por el virus, y querían hacer todo lo posible para ayudar a la población a mantenerse sana.
“La familia obviamente pasó tiempos muy difíciles así que sus hijos quisieron asegurarse de que están dando todo de sí para la lucha contra el virus”, declaró Lalji a la BBC.
“Es un momento sumamente difícil para la familia, y simplemente queremos asegurarnos de que nadie tenga que pasar por algo similar”, añadió.
Gran Bretaña ha ampliado su programa de vacunas de refuerzo las últimas dos semanas, adaptando estadios deportivos y catedrales para servir como centros de vacunación, frente a estudios según los cuales dos dosis de la vacuna no bastan para proteger contra el ómicron. Aun cuando el Servicio Nacional de Salud se apura para vacunar a la mayor cantidad de gente posible, la cantidad de infecciones confirmadas superó las 100,000 por día la semana pasada por primera vez durante la pandemia.
El secretario de Salud Sajid Javid el viernes exhortó a la población “hacer de la vacuna de refuerzo parte de su Navidad”, y elogió a los que están trabajando durante el feriado para ofrecer las inoculaciones.
“Quisiera agradecer el trabajo dedicado del Servicio Nacional de Salud y de los voluntarios que están sacrificando su tiempo con sus seres queridos para ofrecer estas vacunas salvadoras estas Navidades y para ayudar a todos a conseguir sus inoculaciones de refuerzo ahora”, expresó Javid en un comunicado.
La Oficina Nacional de Estadísticas estima que 1.7 millones de personas en el Reino Unido tuvieron COVID-19 en la semana culminada el 19 de diciembre, la cifra más alta desde que se empezó a llevar la cuenta en el otoño del 2020.