El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el sábado que su país se abstendrá de opinar sobre asuntos internos de Venezuela, reafirmando la posición de México que declinó en la víspera firmar una declaratoria que insta a Nicolás Maduro a no asumir un nuevo mandato presidencial.
México se distanció de sus socios regionales en el llamado Grupo de Lima al rechazar sumarse al documento, que afirma que sus miembros no reconocerán el nuevo gobierno de Maduro -que iniciará el 10 de enero-, calificando la elección como "ilegítima".
"Nosotros no nos inmiscuimos en asuntos internos de otros países porque no queremos que otros gobiernos, otros países, se entrometan en asuntos que solo corresponden a los mexicanos", dijo López durante una gira por el norte de México.
El Grupo de Lima fue creado a mediados del 2017 para presionar por reformas democráticas en Venezuela y está conformado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
Sin embargo, los lazos entre México y Venezuela se han estrechado desde que asumió el poder en diciembre López Obrador, conocido como AMLO, quien enfrentó críticas por invitar a Maduro a su toma de posesión el mes pasado.
"Perdimos a México", escribió en su cuenta de Twitter el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
"Ha quedado demostrado que mientras gobierne AMLO los derechos humanos no serán un componente de política exterior mexicana. Esto es música para los oídos de dictadores como Maduro y Ortega y una bofetada para sus víctimas", añadió.