El presidente Javier Milei intenta lograr que su emblemático paquete de reformas sea aprobado en el Senado argentino en un debate que comenzó el miércoles por la mañana, aunque las medidas fiscales más importantes enfrentan una fuerte oposición y penden de un hilo.
Tras semanas de tensas negociaciones, es probable que el plan de reformas sea aprobado en votación general. Sin embargo, el verdadero desafío vendrá después, cuando los senadores tengan que ratificar cada medida de la Ley Bases y el paquete fiscal en una votación por capítulos.
El partido de Milei ya modificó el proyecto de ley para aumentar sus posibilidades, sacando la estatal Aerolíneas Argentinas, entre otras estatales, de la lista de empresas privatizables. La controvertida iniciativa ponía en riesgo todo el capítulo de privatizaciones, que también incluye empresas de energía y transporte.
Si ambos proyectos de ley se aprueban en su totalidad con modificaciones, volverán a la Cámara de Baja para que los diputados aprueben los cambios o intenten revertirlos antes de que entren en vigor.
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El partido de Milei solo tiene siete de los 72 escaños en el Senado. Mientras tanto, los peronistas tienen 33 senadores, lo que significa que solo necesitan cuatro votos más para rechazar las medidas a las que se oponen por mayoría simple. Las partes del paquete de reformas que enfrentan la mayor oposición son la reintroducción de impuestos a las ganancias, las privatizaciones y la ampliación de los poderes para, por ejemplo, eliminar los subsidios a la energía, todos ellos ingredientes cruciales para lograr un presupuesto equilibrado y controlar una inflación anual de tres dígitos.
Pedro Maulhardt, analista de investigación de Latin Securities, dijo el miércoles en un informe que la competencia es muy reñida y las habilidades de negociación del Gobierno se pondrán a prueba en unas pocas horas.
Un cambio realizado por mayoría simple puede revertirse en la Cámara de Diputados, donde la Ley Bases obtuvo media sanción a fines de abril, mientras que una votación de dos tercios —que la oposición ha estado tratando de conseguir para las medidas más controvertidas— sería casi imposible de revertir. Milei tiene el 15% de los escaños en la Cámara de Diputados, donde cuenta con más aliados. Pero votar para volver a introducir el impuesto a las ganancias por segunda vez, en medio de la caída de los salarios reales y el aumento del desempleo, puede resultar difícil.
El miércoles se pondrá a prueba la capacidad de negociación de Milei. Los gobernadores desfilaron por el palacio presidencial en las semanas previas a la votación para reunirse con Guillermo Francos, el flamante jefe de gabinete del presidente.
En una muestra de descongelamiento de las tensiones, el Gobierno entregó a las provincias cientos de proyectos de obras públicas que habían sido paralizados para que puedan reanudarlos, aunque las garantías de financiamiento son menos claras. El martes por la noche, circuló entre los periodistas un documento en el que se anunciaba que un senador del bloque moderado Juntos por el Cambio había sido nombrado embajador ante la UNESCO en París, lo que provocó acusaciones de intercambio de favores.
Incentivos a la inversión
Incluso si los senadores rechazan capítulos clave, es probable que el proyecto de reformas de más de 200 artículos aún contenga los incentivos para los inversores extranjeros en grandes proyectos como la minería, conocidos como RIGI, e importantes reformas a la legislación laboral del país para que sea más fácil despedir a los trabajadores sin exponerse a demandas multimillonarias.
En un acto sobre economía y finanzas celebrado en Buenos Aires el miércoles por la mañana, justo antes de que comenzara el debate en el Senado, Milei culpó al Congreso de imponer más austeridad a los argentinos al tardar tanto en votar estas reformas, que presentó por primera vez en diciembre. Aseguró que su compromiso con el equilibrio fiscal es inquebrantable.
“Me van a tener que sacar muerto de la Rosada para lograr quebrar el déficit fiscal”, aseguró.
Milei tiene previsto iniciar otra gira internacional este miércoles por la noche para unirse a los líderes del Grupo de los Siete en Italia, un viaje que inicialmente canceló y luego reconfirmó. Regresará a Argentina la próxima semana antes de partir de nuevo para recibir premios de organizaciones libertarias en España y Alemania.
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