El Primer Ministro de la India, Narendra Modi, en la 3ª Cumbre Regional de Asociación Económica Global (RCEP) en Bangkok. (Foto: AFP)
El Primer Ministro de la India, Narendra Modi, en la 3ª Cumbre Regional de Asociación Económica Global (RCEP) en Bangkok. (Foto: AFP)

, preocupada por la llegada masiva de productos chinos a su territorio, se retira del gigantesco tratado de libre comercio Asia-Pacífico promovido por , que otros quince países podrían ratificar de todos modos en el 2020.

Nueva Delhi decidió quedarse al margen de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés) por "el interés nacional" de India, declaró Vijay Thakur Singh, del ministerio indio de Relaciones Exteriores, durante una rueda de prensa en Bangkog donde se celebra la cumbre de dirigentes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).

Con India, este tratado habría creado un mercado que reuniría a casi la mitad de la población mundial y aportaría más del 30% al PIB del planeta.

Pero este país teme que su industria se vea duramente afectada con productos baratos fabricados en China.

India teme también que los productos agrícolas australianos y neozelandeses perjudiquen a sus agricultores. "Nuestra decisión fue guiada por el impacto que este acuerdo tendría en los habitantes", comentó Vijay Thakur Singh.

El RCEP pretende crear una gigantesca zona de libre comercio entre los diez Estados de la Asean (Indonesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Birmania, Camboya, Laos y Brunéi) y China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.

Firma en el 2020

Incluso sin India, estos países se pusieron de acuerdo el lunes en Bangkok para firmar este texto en el 2020, según el comunicado final del encuentro.

Han "concluido sus negociaciones para dar respuesta esencialmente al conjunto de sus problemas de acceso a los mercados", se puede leer.

India siempre será "bienvenida", señaló el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Le Yucheng.

A este respecto, Pekín permanece en primera línea para defender el RCEP, un proyecto lanzado en el 2012 y que hasta ahora tuvo dificultades para concretizarse.

La economía china, envuelta en un duro conflicto comercial con Estados Unidos que acarreó un duro golpe a sus exportaciones, necesita un nuevo soplo.

El RCEP aportaría también un poco más de influencia China en una gran parte de Asia, en un momento en que Estados Unidos tiende a retirarse de la región desde la llegada de a la Casa Blanca.

En enero del 2017, este último retiró a su país del gran proyecto competidor, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), promovido por su predecesor demócrata Barack Obama.

La retirada estadounidense "fue un acto simbólico muy fuerte y la tendencia [de repliegue de Estados Unidos en Asia] continúa", estima el analista Alex Holmes, de Capital Economics. "Esto permite a China reforzar su influencia".

El primer ministro chino acudió a la cumbre de la Asean, que culmina este lunes, así como sus homólogos ruso, japonés, indio y australiano.

En cambio, Donald Trump o el vicepresidente Mike Pence brillaron por su ausencia. Trump estuvo representado por su secretario de Comercio, Wilbur Ross, y su consejero de seguridad nacional, Robert O'Brien.

Si el RCEP es finalmente ratificado el año que viene, sería "ante todo un texto simbólico enunciando principios importantes", estima Santi Chaisrisawatsuk, profesor en la Universidad NIDA de Bangkok.

Según él, se tratará de una reducción muy progresiva de las aduanas. "Esto podría llevar probablemente 10 o 15 años", apunta.

Además, sin India, la tercera mayor economía asiática -pese a una visible ralentización-, el RCEP pierda parte de su grandeza.

"Creo que es importante que India esté presente" en este acuerdo, señaló el primer ministro australiano, Scott Morrison, antes del anuncio de la diplomática india.

Australia y Nueva Zelanda pidieron garantías en materia de protección laboral y medioambiental para unirse al tratado.