El equipo económico de Luiz Inácio Lula da Silva planea recuperar la calificación crediticia de grado de inversión de Brasil para fines de 2026 a través de una combinación de reformas fiscales y tributarias que permitirían un mayor gasto social y la estabilización de la deuda, según el secretario del Tesoro, Rogério Ceron.
Si bien hay varias alternativas sobre la mesa para reemplazar la regla fiscal principal de Brasil, un tope que limita el crecimiento del gasto público a la tasa de inflación, el nuevo jefe del Tesoro dijo que la principal condición para el ancla fiscal futura es que abra espacio presupuestario para la inversión social mientras genera superávits fiscales primarios (que no toman en cuenta el pago de intereses).
“Las reformas desempeñan un papel importante en el regreso de Brasil al grado de inversión”, dijo Ceron en una entrevista con Bloomberg News y un medio de comunicación local. “No estamos tan lejos del grado de inversión”.
Brasil perdió su estatus de grado de inversión, un sello otorgado por las firmas calificadoras que certifican una baja probabilidad de incumplimiento, cuando Fitch Ratings rebajó la calificación del país a grado especulativo en diciembre de 2015, tres meses después de una medida similar de S&P Global.
Las decisiones se produjeron después de que la presidenta Dilma Rousseff flexibilizó las metas de ahorro fiscal en medio de una crisis económica y el riesgo de su juicio político, que ocurrió al año siguiente.
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Pero Brasil ha tomado ahora una dirección diferente, dice Ceron.
Si bien Lula mantendrá su promesa de impulsar el gasto social, los gastos corrientes que se requieren para el funcionamiento normal del Gobierno se revisarán de manera “más rigurosa” y los ingresos públicos deberían aumentar al 19% del producto bruto interno (PBI), aproximadamente el mismo nivel en el que estaba en 2022 antes de una serie de exenciones fiscales otorgadas por la Administración de Jair Bolsonaro.
Dividendos
Una reforma del impuesto a la renta es otra forma de dar credibilidad a las finanzas de Brasil sin ignorar las exigencias sociales, dijo Ceron. La discusión sobre esa reforma, que Haddad planea llevar a los legisladores en el segundo semestre del año, podría incluir el impuesto a los dividendos, una propuesta que el Gobierno anterior intentó, pero no logró aprobar en el Congreso.
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Bonos ASG
El secretario también dijo que el Tesoro avanza con un plan para emitir bonos soberanos vinculados a proyectos ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa).
“Observamos de cerca la emisión vinculada a ASG y evaluamos esa posibilidad”, dijo Ceron, y agregó que el plan es que el Gobierno emita dichos bonos, ayudando a las empresas privadas en sectores como la energía a captar fondos en los mercados internacionales.
En el mercado de deuda interna, la estrategia del Tesoro sigue siendo alargar los vencimientos como una forma de reducir los riesgos, dijo. Alargar el vencimiento de la deuda pública también reduce el impacto de las variaciones de la tasa de interés de referencia del banco central sobre el costo de la deuda pública.
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