"V" como olvido y vuelta a empezar, "W" como recaída repentina, "L" como el peor de los escenarios. Los economistas recurren al abecedario para definir en una sola letra las diferentes salidas de la crisis tras el desconfinamiento.
Todas las curvas siguen actualmente la misma tendencia a la baja en esta crisis que el Fondo Monetario Internacional (FMI) presenta como la peor recesión desde la Gran Depresión posterior a 1929. Las dudas ahora son cómo se recuperará o si lo hará.
La esperada "U"
Tras la caída de la actividad provocada por el cierre de fábricas en las principales economías mundiales, el crecimiento seguiría en su punto más bajo durante unos meses antes de empezar a recuperarse.
La recuperación tardaría así en concretizarse, lastrada por sectores como el turismo o el comercio, donde los efectos económicos de la pandemia permanecerán durante mucho más tiempo.
Para el FMI o la Comisión Europea, Francia, España y otros países europeos podrían seguir esta trayectoria y salir a flote a partir del 2021, siempre y cuando no haya una segunda ola de la pandemia.
El ejecutivo europeo prevé por ejemplo una contracción "histórica" de 7.7% del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2020 en los 19 países del euro en su conjunto, antes de un rebote de 6.3% el siguiente año.
La deseada "V"
Este era el escenario más optimista cuando empezaron a aplicarse las medidas de confinamiento para contener la propagación de la epidemia.
Los partidarios de la curva en "V" apostaban por daños limitados gracias a medidas como el desempleo temporal en las empresas y por una recuperación rápida del consumo por el dinero ahorrado durante este período.
A medida que la crisis se prolonga, este escenario es menos probable, aunque hay instituciones que todavía creen en esta recuperación rápida.
El Banco de Inglaterra prevé así una caída de 14% del PBI en el Reino Unido este año, pero espera que un rebote de 15% de la actividad en el 2021 borre y haga olvidar ese desplome.
La temida "W"
La curva en "W" recuerda a una montaña rusa con un descenso vertiginoso, un primer ascenso pequeño, una recaída brutal y, finalmente, la esperada ascensión hacia el crecimiento.
La zona euro vivió este escenario durante la última crisis. Tras el primer golpe en el 2008 por el quiebre del banco estadounidense Lehman Brothers, la crisis de la deuda, a partir del 2010, en países como Grecia, Italia y España le asestó un nuevo revés.
A diferencia de la eurozona, Estados Unidos registró entonces una curva en "U".
Para los economistas, este escenario no muy halagüeño sería inevitable en caso de una segunda ola de contagios de la pandemia.
La más temida "L"
Desde un punto de vista económico, este sería el peor de los escenarios, el que no ofrece una luz al final del túnel.
Tras una caída brutal, el crecimiento ya no se recuperaría y la economía experimentaría un largo período de actividad moribunda.
Un escenario en "L" se traduciría así en una multitud de quiebres de empresas y en un número astronómico de desempleados, así como en el eventual final de la economía globalizada de hoy en día.
Un caso de libro de recesión en "L" es, para los economistas, la "década perdida" que vivió Japón en la década de los noventa: un crecimiento económico lento y un fenómeno de deflación.
“ABC” o “Just do it”
Más allá de estos modelos, se estudian otros para salir de la crisis, uno de ellos basado en las tres primeras letras del alfabeto.
Según el escenario "ABC", la curva llegaría primero al punto "A" (el más bajo), después experimentaría una rápida recuperación hasta el punto "B" y, finalmente, se desaceleraría y tardaría algunos años en alcanzar el "C", su nivel previo a la crisis.
Una versión de este escenario sería una curva sin letra del alfabeto, pero con una forma muy parecida al logo de una conocida marca de ropa deportiva. Una caída seguida de una recuperación que, no obstante, tardaría en alcanzar su nivel de precrisis.