Las imágenes del asalto el martes a un canal de televisión en Ecuador, que dieron la vuelta al mundo, y la posterior declaración de un “conflicto armado interno” en el país, han hecho que el gremio turístico vea “muchas reservas canceladas” de turistas internacionales, en un golpe que temen que sea peor incluso que la pandemia, pero, en cambio, las exportaciones resisten y no se detienen.
“Estamos afectados, verdaderamente ha habido muchas cancelaciones. La imagen de Ecuador en el exterior está muy mal”, reconoció a EFE Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, la provincia cuya capital es Quito, quien quiso destacar que, pese a todo, los principales lugares turísticos de Ecuador funcionan con normalidad.
Tras la oleada de sucesos violentos atribuidos al crimen organizado, entre los que se registraron explosiones e incendios de automóviles, secuestro y asesinato de policías, motines carcelarios con rehenes y la mencionada toma del medio televisivo, el país sigue funcionando.
Pese a algunos vuelos cancelados el martes y miércoles, los aeropuertos están plenamente operativos con medidas de seguridad reforzadas, mientras que el transporte continúa operando pero con pocos pasajeros, especialmente en los desplazamientos interprovinciales.
Y en las calles, con patrullas policiales y militares en algunos sectores, la afluencia de gente se va recuperando tímidamente, si bien aún hay algunos lugares emblemáticos cerrados como la Plaza Grande, el corazón del casco antiguo de Quito, declarado en 1978 como patrimonio de la humanidad, y zonas del malecón de Guayaquil.
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Una recuperación que será larga
García lamenta que las impactantes imágenes de inseguridad y violencia que han puesto a Ecuador en la mira del mundo afecten a la imagen del todo el país, pues reitera que estas escenas no se están dando en las zonas preferidas de los turistas que llegan al país, como las Islas Galápagos y la Amazonía.
Para el presidente gremial de la industria turística de Pichincha, esos momentos de terror pueden ser más nocivos para el sector turístico que incluso la crisis sufrida durante la pandemia de la COVID-19.
“Va a ser más difícil que la pandemia el volver a entregar confianza a los mercados para que ellos puedan retomar el envío de sus pasajeros o de sus huéspedes al Ecuador”, apuntó García.
Son varios los países que han realizado advertencias a sus ciudadanos para que extremen las medidas de seguridad y precaución durante su estancia en el país y que hagan los desplazamientos exclusivamente necesarios.
“Los invito a que vengan, porque el sector turístico privado y las autoridades hemos trabajado para el bienestar y no queremos que nadie tenga ningún inconveniente, así es que les estaremos esperando a todos”, dijo García, para quien la declaración del “conflicto armado interno” puede incluso dar mayor seguridad.
“Tampoco lo anterior ofrecía posibilidades para el que turismo siga desarrollándose con tranquilidad”, admitió el presidente gremial sobre el vertiginoso ascenso de Ecuador en la lista de los países más violentos del mundo, ante un auge de homicidios atribuidos a las bandas del crimen organizado, dedicadas principalmente al narcotráfico.
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Exportadores se sienten más protegidos
En cambio, las exportaciones, otro de los sectores claves para la llegada de divisas a Ecuador, no se ha resentido con esta crisis de violencia y mantiene con regularidad todas sus operaciones, reforzando todos sus protocolos y estándares de seguridad para movilizar alrededor de 32.500 toneladas de carga al día con destino a 160 mercados a nivel mundial.
Así lo indicó a EFE el presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), Felipe Ribadeneira, quien comentó que la declaración del “conflicto armado interno” por parte de Noboa es “una decisión valiente y dura” que ha hecho que el sector exportador se sienta incluso más protegido.
“Ahora tenemos presencia de militares en las calles, en las vías de los puertos y era algo que nosotros ya lo solicitábamos con anterioridad”, apuntó Ribadeneira, cuyo gremio es uno de los más afectados por las mafias del narcotráfico.
Fedexpor estima que, durante el 2023, las empresas exportadoras han invertido diariamente cerca de un millón de dólares en dispositivos, certificaciones, seguridad privada, tecnología y capacitación para mejorar la seguridad de la cadena logística y reducir el riesgo de delitos y contaminación de carga con droga en contenedores que van principalmente a Europa.
“Seguimos produciendo inclusive con un sentimiento muy fuerte de patriotismo y de nacionalismo, porque se necesitaba este ‘sacudón’”, comentó Ribadeneira, quien deseó que el Gobierno logre reducir a estas bandas y encapsularlas con apoyo internacional, porque “es un problema mundial que Ecuador no puede enfrentar solo”.