(Foto: EFE)
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El Ministerio de Energía de declaró una fuerza mayor sobre sus actividades de exploración y producción de crudo tras suspender la operación del oleoducto estatal por un hundimiento de tierra en la región amazónica, pero las exportaciones no se verán afectadas gracias a los inventarios existentes.

La línea de recorrido del oleoducto estatal SOTE, que transporta unos 360,000 barriles de crudo diarios (bpd), está siendo amenazada por una erosión registrada en el sector conocido como San Rafael, en el límite de las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos.

La suspensión de actividades en el SOTE se debe a la construcción de dos variantes en la tubería de 380 y 690 metros de longitud para proteger el ducto ante el nuevo socavón.

"Se estima que los trabajos de construcción a cargo de técnicos de Petroecuador concluyan en el lapso de cinco días; y, con esto se logre alejar alrededor de 230 metros, a esta infraestructura petrolera del margen del río Quijos", dijo el jueves el ministro de Energía, René Ortiz, en un comunicado.

A inicios de abril, el SOTE, junto con el ducto privado de crudos pesados OCP, sufrieron una rotura de la tubería por un hundimiento de tierra en la misma zona, lo que llevó al país andino a declarar fuerza mayor en sus exportaciones y bajar sus niveles de extracción en sus campos petroleros.

La producción de Ecuador se ubicó el miércoles en 518,809 bpd, que incluye la porción de la estatal Petroamazonas y de las compañías privadas que operan en el país.