Aproximadamente US$ 65,000 millones de deuda corporativa y gubernamental de América Latina está al borde de ser recortada a nivel de basura, justo cuando el surgimiento de la región como foco global de COVID-19 está causando su peor recesión económica en más de un siglo.
Más de una docena de empresas y el Gobierno de Colombia, con US$ 28,000 millones de deuda en juego, están actualmente calificados en el nivel de grado de inversión más bajo con una perspectiva negativa o vigilancia crediticia, según S&P Global Ratings.
Entre las empresas que llevan la calificación de S&P figuran la petrolera estatal colombiana, Ecopetrol SA, con casi US$ 10,000 millones en deuda, la minera brasileña Vale SA con US$ 7,500 millones, y el fabricante chileno de productos de madera Celulosa Arauco y Constitución SA con US$ 3,900 millones.
La situación es menos apremiante que al comienzo de la pandemia cuando los inversionistas vendieron deuda, lo que llevó a los bonos de los mercados emergentes a niveles difíciles en medio de temores de incumplimientos generalizados. A medida que los mercados de capitales se descongelaron y los bancos centrales inyectaron liquidez, empresas y Gobiernos pudieron solicitar préstamos para superar las crisis de liquidez a corto plazo. Sin embargo, los riesgos siguen siendo altos, dijo Sudeep Kesh, director de S&P Global Credit Markets Research.
“No es que el riesgo esté disminuyendo, está siempre presente. La urgencia o el tiempo se ha extendido”, dijo. La perspectiva está “ciertamente sesgada a la baja, ya que el riesgo económico se ha amplificado debido al COVID-19”.
La pandemia se ha extendido rápidamente en América Latina con cinco países ahora entre los 10 primeros a nivel mundial en términos de número de casos. El Banco Mundial anticipa que la región tendrá una contracción de 7,2% este año, la más grave desde que se empezaron a recopilar datos fiables en 1901.
En medio de la recesión, las firmas de calificación registraron un número récord de rebajas crediticias en el segundo trimestre. S&P tuvo más decisiones durante el trimestre para Suramérica que el número total de rebajas en 2019, según datos compilados por Bloomberg.
Un recorte de grado de inversión a grado especulativo, lo que convierte al crédito en un llamado ángel caído, es significativo porque algunos fondos se ven obligados a vender la deuda debido a las reglas que les impiden tener bonos basura. Un puñado de empresas de la región han perdido el estatus de grado de inversión este año, incluido el gigante petrolero mexicano Petróleos Mexicanos y el fabricante de aviones brasileño Embraer SA.