Cuando recibió un correo electrónico la semana pasada del gobierno británico, el fabricante de aspiradoras Nick Grey pensó que era una broma. Pero ahora se encuentra en primera línea del combate contra el coronavirus fabricando respiradores para los pacientes graves.
Tras comprobar que el remitente del mensaje era realmente un miembro del ejecutivo de Boris Johnson, este empresario de Worcester, en el centro de Inglaterra, se decidió a llamar.
"Me dijo 'estoy trabajando en un proyecto especial para el primer ministro y necesitamos 30,000 respiradores en dos semanas'", explica en su fábrica, Gtech, donde normalmente hace aspiradoras.
Incrédulo en un principio, Grey empezó a buscar cómo fabricar esos aparatos que el servicio público de salud, el NHS, necesita tan desesperadamente.
Johnson puso a su ejecutivo en pie de guerra para hacer frente a la pandemia de Covid-19, que progresa rápidamente en el país haciendo temer que los hospitales se vean pronto desbordados.
El martes el ministro de Sanidad anunció la apertura la próxima semana de un hospital de campaña temporal en un gigantesco centro de conferencias en Londres con capacidad para 4,000 personas.
Pero muchas de ellas necesitarán un respirador y por los tiempos que corren son difíciles de encontrar.
El NHS, que antes de la pandemia de Covid-19 ya se encontraba bajo presión por la gripe estacional, sólo tiene 8,175 de estas máquinas para los pacientes más graves.
Así que el jefe del gobierno hizo un llamamiento a fabricantes como Dyson, JCB, Rolls-Royce y Unipart para que conviertan su producción en un esfuerzo colectivo sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
“Entendemos el lenguaje del aire”
En Worcester, una ciudad conocida por su porcelana y su catedral del siglo XI, los ingenieros de Gtech diseñaron una máquina en 24 horas, explica Grey.
Este aparato puede ser ensamblado en "10 minutos" por una sola persona usando piezas en un taller en cualquier parte del mundo, añade.
Debido a la urgencia del pedido, tuvieron que apañárselas con lo que tenían a mano, usando bolsas de reanimación y jeringas.
Las tres primeras máquinas estaban listas para salir de la línea de producción este martes. Si el gobierno las aprueba, la empresa podría producir de 60 a 80 respiradores al día. El diseño simple de los aparatos permite aumentar rápidamente el ritmo de fabricación.
"Entendemos el lenguaje del aire", explica el empresario. "Sólo tuvimos que adaptar las cosas en términos de volumen de aire" porque "no teníamos tiempo para aprender sobre los pulmones o la respiración". Las instrucciones de los expertos fueron suficientes.
Estas máquinas destinadas a salvar vidas necesitan soplar regularmente: 400 ml de aire enriquecido con oxígeno, de 12 a 15 veces por minuto.
"Eso es todo lo que la gente necesita, y eso es lo que vamos a hacer", dice Grey.
Según afirma, se pueden fabricar miles de respiradores cada día, siempre y cuando haya gente que produzca las piezas y las ensamble, y gente en los hospitales que las ajuste y las calibre. “Todo lo que tenemos que hacer es lanzarnos”, concluye.