¿Riesgo inminente de invasión o intimidación para imponer sus puntos de vista a Occidente? Las tropas rusas concentradas en la frontera de Ucrania ofrecen a Moscú un amplio abanico de opciones, según los expertos, que creen más probable una intervención militar selectiva que una operación masiva.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió el viernes en Ginebra con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en un momento de máxima tensión entre Moscú, por un lado, y Washington y sus socios europeos, por otro.
Blinken advirtió que si Rusia cruza la frontera provocaría una reacción “rápida y dura” de Estados Unidos, que sospecha que Moscú quiere invadir Ucrania.
El Kremlin, aunque niega cualquier plan de ataque, insiste en que la desescalada requiere garantías escritas para su seguridad, en particular con respecto a la OTAN, que planea reforzar su presencia en esta zona de histórica influencia rusa.
En las últimas semanas Rusia ha desplegado varias decenas de miles de soldados, tanques y artillería cerca de la frontera ucraniana, con la ayuda de recursos militares procedentes del extremo oriental del país.
El viernes, Ucrania anunció que había sufrido un ciberataque contra varios de sus ministerios. En paralelo, varios buques rusos de desembarco de tanques y tropas abandonaron el Báltico en los últimos días y se dirigen al sur, probablemente hacia el Mar Negro.
Además, “los rusos han anunciado un ejercicio a gran escala en Bielorrusia, del 9 al 20 de febrero, en el que están trasladando todo tipo de material militar, aviones de combate, misiles antiaéreos, etc.”, afirmó William Alberque, director de investigación del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS).
Como resultado, “Ucrania estará completamente rodeada por casi un centenar de grupos de combate conjuntos rusos”, afirma: al norte, Bielorrusia, al sur, la presencia rusa en la península ucraniana de Crimea anexionada en el 2014, y al este, el Donbass, sumido en una guerra con los separatistas prorrusos.
Factor climático
“Desde el punto de vista militar, Rusia se está preparando para toda la gama de eventualidades, desde la agitación psicológica -a través de medios cibernéticos e informativos-, hasta una invasión masiva”, señaló Mathieu Boulègue, del ‘think tank’ británico Chatham House.
Para Moscú, la cuestión ya no es “si”, sino “cuándo” y “cómo” intervenir en Ucrania, señaló el experto, que cree que “Rusia solo está esperando una excusa”.
Sobre todo, porque Moscú está bajo la presión del tiempo porque es “difícil mantener a 85,000 o 100,000 soldados lejos de sus bases durante mucho tiempo. Hay que mantener su capacidad operativa y su despliegue tiene un coste logístico importante”, indicó Boulègue. Además, está el factor climático.
“En mi opinión, Rusia tiene una ventana de oportunidad ahora y hasta que las temperaturas empiecen a subir de nuevo en Ucrania. A partir de la primavera, los vehículos blindados serían una pesadilla para maniobrar en terrenos empapados”, opinó William Alberque.
Algunos servicios de inteligencia militar europeos, especialmente los franceses, son mucho más prudentes que los estadounidenses sobre las intenciones ofensivas rusas en Ucrania.
Los cuatro expertos entrevistados por AFP creen que la opción más probable es atacar objetivos estratégicos sin cruzar la frontera.
“Las fuerzas concentradas a lo largo de la frontera ucraniana no son suficientes para una invasión y ocupación masiva del país”, indicó Pavel Baev, del Peace Research Institute de Oslo, recordando que “cuando la Unión Soviética invadió Checoslovaquia en 1968, envió al menos el doble de tropas que las que Rusia ha desplegado en la frontera ucraniana”.
Según el investigador, la escalada adoptará más bien la forma de “ataques aéreos, contra los que Ucrania es vulnerable” debido a la falta de defensas aéreas y fuerzas aéreas fuertes.
“Rusia no tiene interés en invadir Ucrania. El coste político y militar de ocupar ese territorio sería demasiado grande. Putin no necesita esto para crear una forma de victoria”, coincidió Mathieu Boulègue.
“Podría limitarse a utilizar fuego de artillería y ataques aéreos para decapitar los centros de mando y control ucranianos, para destruir su capacidad de represalia, sin tener que desplazar tropas rusas”, añadió.
Un análisis que también comparte Keir Giles, del Conflit Studies Research del Reino Unido. “Moscú puede lograr sus objetivos por muchos otros medios que invadiendo Ucrania. Rusia ya ha conseguido su objetivo principal: empujar a Estados Unidos a discutir el futuro de la arquitectura de seguridad europea”, afirmó.