Los diputados de la Asamblea Nacional de Cuba -el Parlamento- elegirán el jueves a un presidente y vicepresidente, así como a los principales líderes legislativos para crear un esquema de gobierno diferente al actual según lo dispuso la Constitución reformada, que creó nuevos cargos y redistribuyó funciones, aunque no modificó el modelo unipartidista.
Vigente desde abril pasado, luego de más de un año de debates populares y un plebiscito, la Carta Magna dispone cambios en la estructura del Ejecutivo y del Legislativo, con lo que las autoridades esperan darle continuidad -con una generación más joven al frente- a su sistema socialista de partido único, una vez que los históricos dirigentes que hicieron la revolución en 1959 ya no estén.
En julio pasado una nueva ley Electoral en sintonía fue aprobada por los diputados.
Aquí un vistazo a algunos de los cambios que esto representará en el modelo político isleño.
¿Cuáles son los puestos clave en Cuba actualmente?
“El esquema gubernamental tendrá un cambio práctico importante, y es que por primera vez desde 1976 todos los cargos de dirección del Estado y el gobierno serán ejercidos por personas diferentes”, expresó el abogado constitucionalista Raudiel Peña.
Actualmente Cuba tiene un presidente del Consejo de Estado y de Ministros, puesto que hoy ocupa Miguel Díaz Canel. El cargo forma parte de un diseño impuesto a partir de los años 70 del siglo pasado y que se acomodaba al fuerte liderazgo de Fidel Castro y posteriormente a su hermano Raúl, quienes lo ejercieron primero.
Además hasta ahora hay varios vicepresidentes -cuya función a veces pareciera simbólica- y una serie de líderes de un Parlamento que, al ser no profesional -es decir, que permite que centenares de diputados mantengan sus trabajos habituales y se reúnan sólo dos o tres veces al año- suele sentirse como entidades de acompañamiento de un Ejecutivo poderoso.
¿Qué cambios trajo la constitución de abril?
La Carta Magna renovada -la anterior era de 1976- en general contempló situaciones diversas, algunas de las cuales ya estaban de hecho, por ejemplo permitir la iniciativa privada, la contratación de personal por parte de emprendedores, las cooperativas, la no discriminación por orientación sexual explícita y la aceptación la doble nacionalidad.
En el plano político, tanto ésta como la Ley electoral que de ella emanó modificaron cuestiones como el número de diputados -de 600 a 400- y dispuso la elección de un presidente de la República que dirigirá la política del país, las relaciones exteriores y las Fuerzas Armadas. Además, éste propondrá a la Asamblea un primer ministro -para las semanas venideras- y estará al frente de su Consejo de Ministros.
La Constitución establece que el mandatario y su vice desempeñarán su cargo por cinco años y podrán ser relectos de manera consecutiva una sola vez.
Por otro lado, estableció que los diputados elegirán de entre sus miembros a un presidente y un vicepresidente de la propia Asamblea Nacional que dirigirán a su vez a un Consejo de Estado que no puede tener entre sus miembros a los ministros.
¿Qué se mantuvo igual?
La Constitución dejó intacta la manera de elegir a los parlamentarios y a éstos como los responsables de designar un presidente.
Tampoco abrió la posibilidad de pluripartidismo y el Partido Comunista de Cuba, que hoy encabeza Raúl Castro, seguirá siendo el rector de la sociedad en la isla aunque, como la anterior Constitución, éste no tiene un carácter electoral, es decir, no presenta candidatos propios.
¿Quién será el nuevo presidente de la República?
Hasta ahora se desconoce quiénes serán las personas llamadas a ocupar los máximos cargos, pero se considera que el nombre de Díaz-Canel, un ingeniero de 59 años que Castro respaldó personalmente antes de su sucesión, siga en la cima del ejecutivo.
“Será una estructura con una mejor definición de poderes que desde el primer vistazo apunta a acentuar los contrapesos políticos en un período en que se profundiza la paulatina sustitución de las figuras históricas en el liderazgo y toman las riendas personalidades más jóvenes”, consideró el analista oficialista Ricardo Ronquillo en una columna en el periódico Juventud Rebelde.
¿Cómo se percibe este cambio de modelo político en la isla?
Algunos analistas lamentan que la elección de los principales cargos se realicen de manera indirecta, es decir, a través del el Parlamento y sin intervención de la propia población.
“Las elecciones del 10 de octubre serán decisivas pero se caracterizarán por la casi nula participación popular, lo que ha desatado una fuerte crítica social, sobre todo en las redes sociales”, comentó a la AP el investigador y abogado Julio Antonio Fernández Estrada.
Los cubanos sí participan en el nivel de base o las Asambleas Municipales cuando votan por líderes para sus barrios y poblados. Algunos de éstos luego forman la Asamblea Nacional, pero en ese caso se mantendrá como está.
¿Qué se espera en las próximas semanas?
El nuevo presidente de la República sugerirá un nombre para ejercer como primer ministro, la gran incógnita de este proceso. La Asamblea deberá aprobar el puesto y la conformación de su gabinete de gobierno en medio de una dura situación económica en la isla sometida a un endurecimiento de las sanciones por parte de Estados Unidos.
Además, deberá proponer a las Asambleas Municipales posibles gobernadores y vicegobernadores de las provincias del país, otras dos nuevas figuras creadas al calor de la Constitución.
“Esta nueva estructura debería servir también para perfeccionar la rendición de cuentas y la transparencia de la gestión del Estado”, Indicó el constitucionalista Peña.