Pfizer prepara para el verano boreal una nueva versión de su vacuna contra el COVID-19 que podrá conservarse varios meses a la temperatura de un frigorífico normal, en lugar de los -70° C actuales, lo que facilitará su uso, explicó Albert Bourla, presidente de la farmacéutica.
Entrevistado en Puurs (Bélgica), una plataforma crucial en la producción mundial de la vacuna BioNTech-Pfizer, el presidente director general del laboratorio estadounidense se mostró optimista ante la eficacia de su vacuna contra la variante india y defendió la política de precios de su laboratorio.
¿La vacuna de Pfizer-BioNTech es eficaz contra las variantes brasileña e india?
“Ya disponemos de datos sobre la variante británica, que es mayoritaria en Israel, y la eficacia de la vacuna es del 97%. En Sudáfrica, ante la variante de ese país, la eficacia es del 100%. Y los datos de Brasil muestran que permite controlar muy bien (la variante brasileña)”,
“Respecto a la nueva variante de India, no disponemos de datos, pero soy optimista respecto a nuestra capacidad para controlarla. Hemos desarrollado un proceso que permite que, a partir del momento que una variante genera preocupación, somos capaces de desarrollar una vacuna eficaz en 100 días. Y me siento cómodo con este objetivo exigente, debido a la eficacia de la tecnología del ARN mensajero”.
¿Pueden producir en Europa para el resto del mundo, pese a la limitación de la conservación a -70° C?
“Pronto acordaremos, esperamos que en los próximos días, un nuevo contrato con la Unión Europea (de 1,800 millones de dosis). Entonces, seremos capaces de producir todas las dosis aquí en Europa, incluso los componentes. Y también seremos capaces de producir mucho más que las cantidades de este contrato”.
“De momento, disponemos en el mundo de tres centros de producción: uno en Estados Unidos y dos en Europa con una capacidad muy superior (Puurs y Marburgo, en Alemania). En total, deberíamos ser capaces de producir 2,500 millones de dosis este año e incluso superar los 3,000 millones a partir del año que viene. ¡Europa, con sus capacidades y talentos respecto a las nuevas tecnologías, es el lugar ideal!”.
“Respecto a la fórmula actual de la vacuna, intentamos ver si podemos alargar su conservación en un frigorífico durante ese periodo en que se puede sacar la vacuna de un supercongelador, a -70° C, y almacenarla en un congelador clásico, a -20° C. Actualmente, este periodo es de dos semanas, pero estamos examinando los datos para ver si podemos alargarlo hasta un mes. Pero para ello necesitamos un visto bueno reglamentario”.
“Por otro lado, estamos trabajando en otra fórmula, muy mejorada, en que la vacuna que proveeremos ya estará diluida y preparada para ser utilizada. Podrá conservarse durante dos o tres meses en un refrigerador, a una temperatura de entre 2° C y 8° C, y dos o tres meses más en un congelador clásico. Esperamos que esté disponible para este verano”.
Su vacuna es una de las más caras y el precio aún podría aumentar en Europa. ¿Cómo lo justifica?
“Nuestra estrategia consiste en proponer una tarificación que permita un acceso equitativo para todos. Pero equitativo no significa el mismo precio para todos, sino que significa dar más a aquellos que más lo necesitan. Por este motivo, disponemos de una gama de precios premium para los países con ingresos más elevados, como Europa, Estados Unidos, Japón o Canadá. Pero el precio más elevado (de la vacuna) se corresponde con lo que cuesta una comida en un restaurante, lo que me parece muy, muy razonable”.
“Para los países con ingresos medios, según el Banco Mundial, bajaremos los precios a la mitad. Y para los países con bajos ingresos, también los proveeremos con el precio de fabricación, y así lograr que la vacunación llegue a todos los rincones del planeta”.