Fue la sorpresa de la recta final de la COP26. Chinos y estadounidenses anunciaron un acuerdo que confirma su cooperación frente al cambio climático, pese a sus divergencias políticas.
¿Qué significa este acuerdo para Pekín y cómo estos compromisos adoptados en los últimos días de la conferencia mundial de la ONU sobre el clima en Glasgow (Reino Unido) deben interpretarse?
¿Cuáles son los objetivos de China en materia climática?
China es, en términos absolutos, el país que emite más gases con efecto invernadero, responsables del calentamiento del planeta, pero el gigante asiático no tiene el récord mundial de emisiones por habitante.
El año pasado, China se comprometió a alcanzar su pico de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el 2030 y de llegar en el 2060 a la “neutralidad carbono”, es decir a producir y a absorber por igual.
También prevé reducir de aquí al 2030 su intensidad carbono (las emisiones de CO2 vinculadas al PBI) en más del 65% con respecto al 2005.
China tiene que detallar aún cómo prevé lograr estos objetivos. Entre los miedos de militantes ecologistas está que el pico del 2030 sea demasiado elevado.
China cerró en estos años numerosas centrales eléctricas de carbón (muy contaminantes). Su presidente, Xi Jinping, se comprometió a que su país tampoco financie otras en el extranjero. Pero se siguen construyendo en el país ya que no hay fuentes alternativas por el momento.
¿En qué están de acuerdo EE.UU. y China? -
La principal promesa es la puesta en marcha de un grupo de trabajo bilateral consagrado a la lucha contra el cambio climático. Un encuentro debe celebrarse en el primer trimestre del 2022.
China y Estados Unidos, principales emisores de gases con efecto invernadero, afirman en este acuerdo que “reconocen la gravedad y la urgencia de la crisis climática”, en particular en esta “década crítica”.
Este pacto bilateral no tiene muchos objetivos concretos y su principal valor es sin duda político.
Para Li Shuo, responsable de Greenpeace China, el acuerdo muestra la “voluntad política de separar un poco la cuestión climática” de los temas que provocan tensión entre chinos y estadounidenses. “Esto permite evitar la desvinculación de China y Estados Unidos en materia climática”, dijo.
¿Qué avances en la cuestión del metano?
Un centenar de países se comprometió en Glasgow a reducir al menos en un 30% sus emisiones de metano de aquí al 2030, pero China no forma parte de este grupo.
“El metano es uno de los gases que podemos reducir más rápidamente”, subrayó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Esto “disminuiría inmediatamente el calentamiento”, agregó.
El acuerdo entre los dos países incluye un punto sobre el metano, el segundo gas con efecto invernadero presente en la atmósfera, después del CO2.
Los dos países van a conversar sobre cómo mejorar las emisiones de metano por parte de la industria, la agricultura o los desechos, para poder reducirlas.
China prevé un plan de acción para reducir y controlar de manera significativa las emisiones de metano, pero según los expertos carece de experiencia sobre el origen y la amplitud de las emisiones de este gas en su territorio.
¿Avanzar los plazos?
Estados Unidos intentó convencer a China de avanzar el pico de emisiones a antes del 2030, pero fue en vano.
Los chinos no quisieron dar la impresión de ceder ante el gran rival estadounidense y, además, debido a los problemas en el suministro eléctrico, China tuvo que incrementar su producción de carbón en estos meses.
El acuerdo entre los dos países prevé que los dos países puedan revisar sus estrategias a largo plazo y que continúen el diálogo en cuestiones climáticas.
Shiran Victoria Shen, experta en política medioambiental en la universidad de Stanford, en Estados Unidos, subrayó, optimista, que China tiende a “prometer menos, pero a hacer más de lo acordado en sus compromisos internacionales”.
Esto hace esperar que “una promesa poco ambiciosa se vea acompañada finalmente por cambios necesarios”, confió.