Brasil usará parte del dinero que la Justicia ha recuperado de la corrupción en acciones que permitan una mejor preservación de la Amazonía, así como para financiar proyectos educativos, informaron fuentes judiciales.
Según un acuerdo anunciado por la Corte Suprema, responsable de la gestión de un fondo al que fue destinado parte del dinero recuperado de la corrupción en la estatal Petrobras, la protección de la región amazónica y el sector educativo recibirán un total de 2,600 millones de reales (US$ 650 millones).
Para la preservación del mayor pulmón verde del planeta, que en las últimas semanas ha sufrido unos vastos incendios que desataron una gran preocupación internacional, serán dirigidos 1,000 millones de reales (US$ 250 millones), que serán gestionados por los gobiernos regionales de los nueve estados de esa región.
Según la Corte Suprema, el resto del dinero será volcado a proyectos del Ministerio de Educación, que al igual que el despacho del Medio Ambiente, responsable de la preservación y cuidado de la Amazonía, ha tenido sus presupuestos recortados por la austeridad que promueve el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
El acuerdo para el uso de ese fondo fue avalado por la Corte Suprema, las Cámaras de Diputados y del Senado y la Procuraduría General de la República, y negociado después de los recientes incendios en la región amazónica, que en el caso de Brasil fueron los peores en casi una década.
El dinero con el que fue constituido ese fondo fue obtenido en muchos de los procesos judiciales realizados en los últimos años a raíz de las corruptelas en la estatal Petrobras, que llevaron a la cárcel a decenas de empresarios y políticos brasileños y desvelaron una trama de dimensiones internacionales.
Parte de los recursos depositados en el fondo corresponden a un acuerdo de lenidad firmado por Petrobras con autoridades de Estados Unidos, país donde la empresa brasileña fue objeto de numerosas demandas por el impacto que la corrupción tuvo en sus acciones, que entre otros mercados cotizan en la Bolsa de Nueva York.
Ese acuerdo obligó a Petrobras a pagar cerca de US$ 200 millones a los tenedores de sus títulos en Estados Unidos, y además a destinar unos US$ 650 millones a “acciones de reparación” a ser realizadas en Brasil.