Un taller de automóviles del fabricante chino de vehículos eléctricos BYD Co. Ltd. en Shanghái, este de China, el 27 de diciembre de 2024. (Foto: AFP)
Un taller de automóviles del fabricante chino de vehículos eléctricos BYD Co. Ltd. en Shanghái, este de China, el 27 de diciembre de 2024. (Foto: AFP)

El gobierno de Brasil informó el viernes que investiga al gigante chino de autos eléctricos BYD y a una de sus subcontratistas por presunto “tráfico” de trabajadores chinos que construían una fábrica en el país sudamericano.

Fiscales federales evalúan si se cometieron delitos después de que inspectores identificaran a “163 obreros que se encontraban en condiciones análogas a la esclavitud” en la construcción de una fábrica en Camaçari, estado de Bahía (noreste), indicó el gobierno.

Los trabajadores, contratados por la subcontratista de BYD Jinjiang Open Engineering, fueron considerados “víctimas de tráfico internacional con el objetivo de explotación laboral”, señaló la nota.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, confirmó que Pekín “ha tomado nota de las informaciones relevantes (...) y actualmente está verificando la situación”.

La responsable agregó que China “concede gran importancia a la protección de los derechos legítimos e intereses de los trabajadores, y siempre ha exigido a las empresas chinas operar acorde a la ley y las regulaciones”.

Varios ministerios brasileños interrogaron el jueves a BYD y Jinjiang sobre el caso. “Las empresas se comprometieron a colaborar en la protección de los trabajadores rescatados”, afirmaron.

Las autoridades brasileñas indicaron el lunes que se identificaron violaciones laborales en la construcción de la que sería la mayor fábrica de autos eléctricos de BYD fuera de Asia, en Camaçari, a unos 50 km de la capital estatal, Salvador de Bahia.

Las obras fueron parcialmente suspendidas por el Ministerio Público del Trabajo (MPT) de Bahía.

Dicho ministerio, junto con otros organismos públicos, efectuó desde noviembre una serie de controles que permitieron identificar a 163 obreros que se encontraban en condiciones análogas a la esclavitud.

El ministerio indicó en un comunicado que los operarios dormían en camas sin colchones, tenían apenas un baño para 31 personas, trabajaban largas horas bajo el sol y tenían “señales visibles de daños en la piel”. A los obreros se les confiscaba el pasaporte y el empleador “retenía un 60% del salario”.

Tras conocerse las acusaciones, la filial brasileña del fabricante chino, BYD Auto do Brasil, anunció la rescisión “con efecto inmediato” del contrato con Jinjiang e indicó que envió a los 163 trabajadores a hoteles.

Jinjiang negó el jueves la existencia de “condiciones análogas a la esclavitud” en las obras de construcción y arremetió contra las acusaciones.

La inexplicable etiqueta de ‘esclavizados’ ha hecho que nuestro personal se sienta gravemente insultado”, escribió la empresa en la red social china Weibo.

Un representante de Jinjiang dijo a la AFP el viernes que la empresa realizará una conferencia de prensa en Brasil.

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