Un resort de lujo en la costa del sur de Italia, frecuentado por famosos y multimillonarios como Madonna o David Beckham, acoge desde mañana a los jefes de Estado de Gobierno del G7 en una cumbre blindada con un severo protocolo de seguridad por tierra, mar y aire.
Borgo Egnazia es una vieja masía reconvertida en uno de los hoteles más prestigiosos y lujosos del país, que mantiene el encanto tradicional de los pueblos de la región de Apulia, entre olivos centenarios y acantilados rocosos frente al Adriático.
Este es el escenario de la reunión de tres días de los líderes de las siete democracias más ricas del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) elegido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ha querido poner el pobre sur italiano en el centro de la geopolítica mundial.
El papa Francisco y los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Argentina, Javier Milei, y Ucrania, Volodomir Zelensky, también participarán en la cumbre, invitados por Meloni, que suele pasar en Borgo Egnazia parte de sus vacaciones.
Madonna y Beckham
El complejo hotelero de 16 hectáreas esta situado en el municipio de Savelletri di Fasano, cerca de las ciudades de Bari y Brindisi, y recupera la peculiar arquitectura tradicional de los trullos, antiguas construcciones rurales de forma cónica y color blanco, con las que ha logrado atraer a celebridades y estrellas de todo el mundo.
Madonna en varias ocasiones, Beckham y su esposa ex Spice Girls Victoria, pero también Justin Timberlake, que se casó en Borgo Egnazia con Jessica Biel en 2012, o Dolce y Gabbana, son algunos de los famosos que han paseado por las numerosas calles, patios, plazas y restaurantes del hotel, inaugurado en 2010 y en el que trabajan 700 empleados.
Su encanto, así como su capacidad para garantizar la seguridad y privacidad total de sus huéspedes han sido también importantes para la elección de este espectacular rincón del sur como escenario la cumbre italiana del G7, con el centro de prensa situada en Bari, a unos 60 kilómetros.
La seguridad es precisamente una de las mayores preocupaciones logísticas de la reunión, que estará protegida por tierra, mar y aire, con miles de policías y militares, así como un sistema de defensa antiárea que implicará el despliegue de al menos un buque militar, el Andrea Doria, frente a las costas de Bríndisi.
Playas inaccesibles
Los vecinos sufrirán las consecuencias de la altas medidas de seguridad, con prohibiciones que van desde la pesca y el baño en las playas cercanas al tránsito de personas y automóviles en la zona de máxima seguridad de Savelletri, la localidad situada a unos cientos de metros de Borgo Egnazia, y a la que sus habitantes solo podrán acceder con una tarjeta de identificación hasta el próximo domingo.
Mientras que el primer día de la cumbre, el 13 de junio, se vetará la navegación frente al Castillo Svevo de Bríndisi, donde se suspenderán además todas las actividades comerciales, deportivas y escolares porque el presidente de la República, Sergio Mattarella, ofrecerá una cena de gala a la veintena de líderes presentes en el G7.
Aunque las limitaciones se han sentido en todo el país y los turistas ya han podido vivir en sus propias carnes las complicaciones del cierre del espacio Schegen, con motivo de la cumbre, lo que les ha obligado a sufrir largas esperas en los aeropuertos.
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