El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, esta pasada noche con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, la posibilidad de una invasión de Rafah por parte del ejercito de ese país, una incursión que ha suscitado temor en la comunidad internacional por los riesgos que entraña para la población civil.
Biden “reiteró su opinión de que una operación militar no debería llevarse a cabo sin un plan creíble y ejecutable para garantizar la seguridad y el apoyo a los civiles en Rafah”, señala una nota de la Casa Blanca.
Durante la conversación telefónica que ambos líderes mantuvieron, el mandatario estadounidense reiteró la urgencia de que la ayuda humanitaria llegue a los palestinos.
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Palestinos desplazados cocinan ante refugios improvisados en el campamento de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Netanyahu rechaza las propuestas de Hamás
También abordaron las negociaciones que Israel ha mantenido con el grupo islamista Hamás para la liberación de rehenes, que por el momento parecen no avanzar.
Netanyahu ha desestimado por el momento las propuestas de Hamás de cara a una tregua y un canje de prisioneros.
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Mientras espera un nuevo ofrecimiento continúa con sus operaciones militares en la Franja de Gaza.
Este mismo jueves, y tras 25 días de asedio, el Ejército de Israel irrumpió en el Hospital Naser, en Jan Yunis (sur de Gaza), asegurando que tiene “información creíble” de los servicios de inteligencia de que Hamás mantuvo en ese centro a algunos de los rehenes israelíes y de que podría haber cadáveres de secuestrados.