El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó el martes que Israel lanzará tarde o temprano una ofensiva terrestre contra la Franja de Gaza, haya o no una tregua con Hamás, desoyendo las advertencias sobre el riesgo de un baño de sangre en esa localidad.
Netanyahu hizo esas declaraciones pese a que Estados Unidos, su principal aliado, le pide evitar invadir Rafah, refugio de 1.5 millones de personas desplazadas por la guerra, y horas antes de la llegada a Israel del secretario de Estado, Antony Blinken, en gira por Oriente Medio.
“La idea de que vamos a detener la guerra antes de lograr todos los objetivos está fuera de cualquier discusión”, dijo el mandatario israelí a familias de los rehenes en secuestrados desde el 7 de octubre por el movimiento islamista Hamás, en el poder en Gaza.
“Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamás, con o sin acuerdo [de tregua], para conseguir la victoria total”, agregó.
Netanyahu considera indispensable invadir Rafah, en el sur de la Franja, para extirpar a Hamás, considerada como una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, y liberar a los rehenes.
LEA TAMBIÉN: Estudiantes en EE.UU. mantienen su desafío en protestas contra guerra en Gaza
Hamás debe responder a una propuesta israelí de tregua de 40 días, con un canje de rehenes por presos palestinos en Israel.
Blinken, que efectúa su séptima gira regional desde el inicio de la guerra, dijo el lunes que esperaba una respuesta favorable del grupo islamista ante una propuesta “extraordinariamente generosa de parte de Israel”.
“Lo más rápido posible”
Una delegación de Hamás regresó a Doha tras reunirse el lunes en El Cairo con representantes de Egipto y Catar (que junto a Estados Unidos median en el conflicto), y dara su respuesta a la propuesta de tregua “lo más rápido posible”, indicó a AFP una fuente del movimiento islamista.
Israel esperará esa respuesta “hasta el miércoles por la noche”, antes de decidir si envía a su vez una delegación a Egipto, dijo el martes un alto cargo israelí.
Esta propuesta tiene lugar tras meses de bloqueo en las negociaciones indirectas.
Una tregua de una semana a finales de noviembre permitió canjear a un centenar de rehenes por 240 presos palestinos.
Las autoridades israelíes estiman 129 personas permanecieron cautivas en Gaza, de las que 34 habrían muerto.
En su ataque del 7 de octubre, los comandos islamistas mataron a 1,170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un recuento AFP basado en datos oficiales israelíes.
Israel lanzó una ofensiva de represalias contra Hamás, que ya ha dejado 34,535 muertos, principalmente civiles, según el ministerio de Salud de este territorio.
Hamás reclama un alto el fuego permanente, antes de cualquier acuerdo sobre la liberación de los rehenes, lo que Israel siempre ha rechazado.
Las exigencias del movimiento islamista incluyen “una retirada” de Israel del territorio, el regreso de los desplazados y un calendario claro para el inicio de la reconstrucción, indicó uno de los negociadores, Zaher Jabareen.
“Reconstruiremos”
El ejército israelí bombardeó el martes Rafah, Jan Yunis, también en el sur, y la ciudad de Gaza, en el norte, según un corresponsal de AFP.
Según el ministerio de Salud del enclave, al menos 47 personas murieron en las últimas 24 horas en toda el territorio.
En Nuseirat, un campamento de desplazados en el centro de la Franja, los habitantes removían los escombros con sus manos.
“Lo reconstruiremos, reedificaremos todo con la ayuda de los jóvenes y los niños. Mírenlos, es difícil romper la voluntad de una generación así”, prometió un desplazado, Bilal Shalabi.
En Jordania, última etapa de su gira antes de llegar a Israel, Blinken pidió aumentar la ayuda humanitaria para el enclave, sometido a un férreo control israelí y al borde de la hambruna, según la ONU.
Estados Unidos presiona a Israel para que facilite la entrada de la ayuda, que llega con cuentagotas, e inició la construcción de un muelle flotante frente a las costas de Gaza.
China, que ha simpatizado históricamente con la causa palestina y respalda la solución de dos Estados para salir del conflicto israelo-palestino, indicó el martes que Hamás y su rival Fatah --que administra parcialmente Cisjordania ocupada-- mantuvieron conversaciones de reconciliación en Pekín.
En el plano jurídico, el máximo tribunal de la ONU rechazó una solicitud de medidas urgentes presentada por Nicaragua, que acusa a Alemania de violar la convención sobre el genocidio de 1948 al suministrar armas a Israel para la guerra de Gaza.
LEA TAMBIÉN: Conflicto Israel-Irán, un giro peligroso para una región frágil