El gobierno argentino subió este miércoles el impuesto que aplica a las compras hechas en divisas por ciudadanos en el exterior con tarjetas de crédito y débito, en momentos en que busca mantener su ya bajo nivel de reservas.
La medida se produce en momentos en que el país está luchando contra una inflación superior a 60%, una enorme presión sobre su moneda, el peso, y crecientes costos de importación de gas que están consumiendo sus divisas.
“Frente a la manifestación de capacidad contributiva de distintos sectores económicos, fundamentalmente aquellos que pueden realizar determinados gastos en moneda extranjera, razones de administración tributaria y de equidad tornan aconsejable modificar la resolución general mencionada”, dijo la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Según la resolución de la AFIP la tasa subirá a 45%, desde el 35% previo, y también afectará la adquisición de servicios de transporte de pasajeros con destino fuera del país, en la medida en la que para la cancelación de la operación deba accederse al mercado único y libre de cambios de divisas.
A inicios de mes, Silvina Batakis asumió como nueva ministra de Economía de Argentina, en reemplazo de Martín Guzmán.