La industria espacial europea consiguió hace unos días colocar en órbita dos satélites de telecomunicaciones a bordo de un cohete Ariane 5, reactivando así su actividad en el cosmos tras la suspensión de los lanzamientos de los Soyuz rusos por la guerra en Ucrania.
El cohete despegó del Centro Espacial de Kourou en la Guayana francesa, tras una interrupción de 45 minutos en la cuenta atrás para verificar cuestiones técnicas, indicó un periodista de AFP.
Ariane 5 llevó consigo los satélites Measat-3d, del operador malasio Measat, y GSAT-24, operado por la rama comercial de la agencia espacial india ISRO, anunciaron Arianespace y Arianegroup en un comunicado conjunto.
Los dos satélites, que suponían una carga útil de 9.8 toneladas, se destinarán a los servicios de telecomunicaciones y de difusión de televisión por satélite.
Measat-3d también podrá ofrecer servicios de conexión a internet de banda ancha y será usado por la agencia especial surcoreana para mejorar la gestión del tráfico aéreo en el país.
Algo más de 28 minutos después del lanzamiento, el cohete liberó el satélite malasio a casi 1,200 kilómetros de altura y, 12 minutos más tarde, soltó el GSAT-24 a 3,800 kilómetros de altura.
Desde estas órbitas, los dos satélites se desplazarán hasta su posición a casi 36,000 kilómetros de la Tierra donde desempeñarán sus misiones.
La duración de vida útil prevista de Measat-3d es superior a 18 años, mientras que la de GSAT-24 se sitúa alrededor de 15 años.
Para el Centro Espacial Guayanés (CSG), el lanzamiento es el segundo del año tras el despegue de un cohete ruso Soyuz el 10 de febrero.
Después, la invasión de Ucrania iniciada el 24 de febrero cortó toda cooperación de la industria espacial europea con Rusia y privó a Kourou de otros tres lanzamientos de Soyuz previstos para este año.
La Agencia Espacial Europea (ESA), responsable de los programas de lanzamientos europeos, debe asegurarse todavía el despegue de dos Ariane 5 y de dos cohetes Vega, más pequeños, antes de fin de año.
Entre ellos figura el vuelo inaugural del Vega-C, una versión más potente de este cohete, previsto para el 7 de julio.
En cambio, el primer lanzamiento de un Ariane 6, que debe tomar el relevo de Ariane 5, ha sido retrasado a 2023.