Huawei Technologies Co., después de tener prácticamente cerrada su operación en Washington, el mes pasado sumó a un trío de ‘lobistas’ bien conectados a un creciente grupo de personas influyentes.
Ha enviado ejecutivos a congraciarse con periodistas e incluso comenzó a usar Twitter para persuadir a la administración Trump a que no arruinara su negocio.
Sin embargo, esta puede ser una pelea imposible de ganar.
“Huawei desconfía de los profesionales de la comunidad de inteligencia, de los demócratas y republicanos del Congreso, y de muchas (pero no todas) las compañías tecnológicas estadounidenses”, dijo Bruce Mehlman, exsubsecretario de Comercio de Política Tecnológica, en un correo electrónico. “Tienen un problema mucho mayor que solo la administración Trump”.
La Casa Blanca ha estado presionando a sus aliados para que corten los lazos con la compañía china por las acusaciones de que su equipo de redes plantea un riesgo de espionaje. La campaña ha tenido un éxito dispar, aunque el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, la semana pasada instó a Islandia a no usar equipos de Huawei y recientemente firmó un acuerdo de seguridad con Polonia que podría bloquear a la compañía de la nación de Europa del Este.
En EE.UU., la administración Trump prohibió a las empresas nacionales a hacer negocios con el gigante tecnológico chino. Los legisladores que el año pasado prohibieron a las agencias gubernamentales comprar equipos Huawei están considerando aplicar más normativas dirigidas a la empresa, denominada por el senador Ted Cruz como "una agencia estatal de espionaje que se hace pasar por una empresa de tecnología".
La compañía no se da por vencida en sus intentos por ganar amigos y personas influyentes en Washington. En marzo, registró a cabilderos de Washington en el Congreso por primera vez desde 2012. Entre los contratados se encuentran Samir Jain, socio de Jones Day quien fuera funcionario de ciberseguridad bajo la presidencia demócrata de Barack Obama.
Huawei también ha contratado a los bufetes de abogados Sidley Austin LLP y Steptoe & Johnson, y Michael Esposito, quien en el sitio web de su empresa se describe como parte del personal directivo del Comité Nacional Republicano.
El 30 de agosto, tres cabilderos de Squire Patton Boggs se registraron para trabajar para Huawei. Entre ellos se encontraba Edward Newberry, quien fuera considerado como el “Rey de K Street”, o del cabildeo, en un artículo del New York Times, según el bufete de abogados. Jack Deschauer —exdirector de Asuntos del Senado para la Secretaría de Defensa— y Jeff Turner —un experto en investigación estadounidense de empresas extranjeras— también se registraron. Ninguno de los tres cabilderos devolvió una llamada telefónica en busca de comentarios.