La Cruz Roja sigue sin tener acceso a la ciudad ucraniana de Mariúpol, cercada por el ejército ruso y principal epicentro de la guerra en los últimos días, indicó hoy el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), Francesco Rocca, tras visitar Ucrania.
En una declaración emitida virtualmente desde la localidad rumana de Siret, en la frontera con Ucrania, Rocca señaló que ni la Cruz Roja ucraniana ni el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pueden llevar a cabo evacuaciones de civiles o llevar ayuda humanitaria a la ciudad sitiada.
“Cientos de miles de personas siguen allí sin electricidad ni agua”, subrayó Rocca, quien estos días visitó la sede ucraniana de la Cruz Roja (trasladada por la guerra desde Kiev a Vínnytsia, también cerca de la frontera con Rumanía) para supervisar el funcionamiento de la ayuda humanitaria en el país.
Con excepción de Mariúpol, “en otras partes de Ucrania la llegada de ayuda está mejorando”, señaló en un mensaje en Twitter Rocca, quien indicó que las 200 ramas locales de Cruz Roja en Ucrania siguen trabajando de forma denodada para atender a los más necesitados.
Tras lograr evacuar en los últimos días población civil de Sumy, otra ciudad cercada, “Cruz Roja está ahora enfocada en ayudar a los desplazados internos” (unos 6.5 millones según la ONU) que han huido a refugios o casas de familiares.
Se calcula que unas 400,000 personas han quedado atrapadas en Mariúpol durante más de dos semanas en medio de intensos bombardeos que han cortado los suministros centrales de electricidad, calefacción y agua.
El domingo Rusia exigió a las fuerzas ucranianas que se rindiesen y abandonase esta localidad portuaria, clave estratégica para Moscú porque le ayudaría a unir por tierra las regiones prorrusas de Crimea y el Dombás, pero Kiev rechazó este ultimátum.