El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional aprobó el jueves la tercera revisión del programa de US$44,000 millones de Argentina, lo que elimina un obstáculo clave para que el Gobierno reciba más dinero a medida que la economía muestra signos de desaceleración.
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El FMI desembolsará alrededor de US$6,000 millones a Argentina, fondos que el país utilizará para pagar al banco con sede en Washington por un rescate récord otorgado al Gobierno anterior. El programa más reciente de Argentina, firmado en marzo tras dos años de negociación, es su único acceso a financiación internacional tras la reestructuración de deuda con bonistas privados en 2020.
La revisión se centró en el desempeño de Argentina hasta fines de septiembre, pero los funcionarios también aplaudieron la disminución más reciente de la inflación mensual.
“Las continuas acciones políticas decisivas están comenzando a dar sus frutos”, dijo Gita Gopinath, primera directora gerente adjunta y presidenta interina, en un comunicado emitido al final de la discusión de la junta ejecutiva. “La implementación decidida de políticas, incluido el endurecimiento de la política fiscal y monetaria, está conduciendo a una reducción de la inflación, así como a mejoras en la balanza comercial y la cobertura de reservas”.
Bajo el mandato de Sergio Massa en el Ministerio de Economía, que comenzó en agosto, el país está construyendo suficientes reservas internacionales para superar el importante objetivo de fin de año, un indicador clave del acuerdo con el FMI. También va rumbo a cumplir con el objetivo de déficit fiscal primario de fin de año del 2.5%.
Aún así, el acuerdo del país con el FMI sigue enfrentando desafíos. El crecimiento se está desacelerando, la inflación se acerca al 100% y el desempleo está aumentando. Las elecciones presidenciales del próximo año también harán que la austeridad fiscal incluida en el programa sea difícil de cumplir.
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Los economistas esperan que el crecimiento se desacelere a menos del 1% el próximo año, según la última encuesta del banco central.
Los funcionarios del FMI también aprobaron dos exenciones para Argentina con respecto a las restricciones cambiarias y las prácticas de múltiples divisas, y pidieron que se eliminen lo antes posible. En noviembre, Argentina restableció un tipo de cambio temporal solo para las exportaciones de soja que se extiende hasta fin de año, algo que a juicio de los funcionarios del FMI “no es un sustituto de políticas macroeconómicas consistentes”.