El secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, llegó este miércoles a Perú para evaluar la situación del derrame de petróleo producido el pasado 15 de enero en las costas de Lima y el Callao desde una refinería de Repsol.
Fuentes de la embajada de España confirmaron a Efe que Fernández Trigo arribó a la capital peruana y de inmediato comenzó sus reuniones de trabajo, que incluyen una visita a la Refinería La Pampilla (Relapasa), que opera Repsol, junto con representantes de la empresa, entre ellos su director ejecutivo en Perú, Jaime Fernández-Cuesta.
En el lugar se “hará una evaluación” de la situación del derrame producido desde la refinería, ubicada en el distrito de Ventanilla, en la provincia del Callao, colindante con Lima Metropolitana.
El secretario de Estado español también planea reunirse con autoridades del Gobierno peruano antes de volver a España en la tarde del jueves.
Esta es la segunda vez que Fernández Trigo visita Perú desde que en julio pasado asumió el Gobierno del izquierdista Pedro Castillo, ya que en noviembre último se reunió en Lima con ministros y otras autoridades del Ejecutivo peruano.
El Gobierno de Perú paralizó este lunes las actividades de carga y descarga de barcos petroleros en La Pampilla, una decisión que la petrolera afirmó que espera solucionar con las autoridades “en aras de garantizar el suministro de sus productos”.
Repsol recordó que La Pampilla abastece el 40% del mercado peruano de combustibles y que, por eso, hará “los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales para los ciudadanos peruanos y el desarrollo del país”.
La empresa informó que la cantidad de crudo derramado alcanzó los 10,396 barriles (1.65 millones de litros), una cifra muy superior a los 6,000 barriles que señaló al principio y levemente menor a los 11,900 barriles (1.9 millones de litros) estimados por las autoridades peruanas.
El derrame se produjo en el terminal número 2 de la refinería, al soltarse o desprenderse presuntamente la plataforma de colectores, en coincidencia con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica en Tonga.
El petróleo derramado se ha esparcido a lo largo de unos 50 kilómetros de costa, desde Ventanilla, en el Callao, hasta la ciudad de Chancay, en el norte del departamento de Lima.
En superficie, el crudo se ha extendido por 11.9 kilómetros cuadrados entre playas y agua, según el último reporte ofrecido por las autoridades peruanas.
La compañía informó durante el último fin de semana que el 35% del petróleo ya ha sido recuperado en labores de limpieza del mar y de las playas, y que para potenciar estas acciones transportaría a Perú equipos adicionales desde Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Colombia y Emiratos Árabes Unidos (EAU).