La Organización Mundial del Comercio (OMC) dictaminó que los aranceles de Estados Unidos a la importación de aceitunas negras españolas son “incompatibles” con las normativas del organismo, en un contencioso planteado por la Unión Europea (UE) desde el 2019 y cuya decisión final se retrasó por la pandemia.
Estados Unidos actuó de forma incompatible con las normas de la OMC en varios aspectos de las investigaciones que llevó a cabo, y que habían llevado a la imposición de esos aranceles en forma de derechos compensatorios, indicaron fuentes cercanas a la OMC.
El grupo de expertos de la OMC que juzgó el contencioso consideró en concreto que Estados Unidos actuó incorrectamente al deducir que las subvenciones concedidas a los productores españoles de aceitunas negras en el marco de la Política Agraria Común (PAC) de la UE podían ser sancionables con aranceles.
Asimismo, encontró “incoherencias” en el cálculo del Departamento de Comercio de Estados Unidos del margen de subvención final y del tipo de arancel aplicable para uno de los procesadores de aceitunas negras investigados.
La decisión, que podría ser apelada por las partes ante el Órgano de Apelación, última instancia de la OMC, fue emitida por el grupo especial creado el 18 de octubre del 2019 para resolver este contencioso, iniciado por la UE ante la OMC en enero de ese mismo año.
La UE defendía que los aranceles adicionales impuestos por el Departamento de Comercio de Estados Unidos desde el 1 de agosto del 2018 a las aceitunas negras españolas, que han llegado a ser de 35%, vulneraban las normas de la OMC al no haberse aportado pruebas suficientes de que perjudicaran a los productores estadounidenses.
Las aceitunas negras se utilizan en Estados Unidos principalmente para la elaboración de pizzas, y las exportaciones españolas a esa economía ascienden a unos 70 millones de euros anuales (cifras del 2017).
Según fuentes del sector español, estos aranceles provocaron que se dejaran de exportar aceitunas negras a Estados Unidos por valor de 130 millones de euros en los últimos tres años y se perdiera un 70% del mercado, en el que han ganado terreno los exportadores extracomunitarios como Marruecos o Egipto.
La aceituna negra española genera 8,000 empleos directos y otros 8,000 indirectos; Andalucía produce el 80%, Extremadura un 15% y también hay una pequeña parte de la producción en Murcia.
Sin embargo, el contencioso comercial trasciende el sector de las aceitunas negras y para la Unión Europea es considerado de alto valor político.
Bruselas temía que una decisión de la OMC favorable a Washington fuera utilizada por Washington como primer paso para desafiar a toda la política de subsidios agrarios de Europa bajo el paraguas de la Política Agraria Común (PAC).
En el contencioso, cuya resolución se ha retrasado en varias ocasiones a consecuencia de las dificultades de reunión del grupo especial a causa de la pandemia, se presentaron como terceras partes países como Japón, Australia, Rusia, China, Canadá, Brasil o India, entre otros.
Pese al dictamen favorable a España y la UE, existe el riesgo de que el caso entre, como otros del sistema de resolución de disputas, en un limbo legal si es apelado por Estados Unidos, ya que este país, precisamente, bloquea desde hace un lustro el nombramiento de nuevos miembros del Órgano de Apelación, última instancia de la OMC.