La polarización política en España ha llegado a los programas de entretenimiento y humor, como ha ocurrido con dos de los presentadores con mayor audiencia del país, convertidos, involuntariamente, en el centro de un debate político.
La “guerra” mediática entre ‘El Hormiguero’, con audiencias del 22.3% en una cadena privada, y ‘La Revuelta’, que se estrena hoy en la cadena pública -como secuela de un programa emitido en un canal privado que superó el 16% del “share”-, se ha convertido en motivo de identificación ideológica en un debate que salta de las tertulias políticas a los programas de humor.
Radio Televisión Española (RTVE) estrena este lunes ‘La Revuelta’, un programa de entrevistas en clave de humor, secuela de ‘La Resistencia’ y presentado por el humorista español David Broncano.
El anuncio del proyecto inició una polémica que se saldó con la destitución de altos cargos de RTVE y que continúa a día de hoy en redes sociales, donde muchas voces han calificado el programa como “propaganda” del Gobierno socialista de Pedro Sánchez.
Algunos se han atrevido a señalar que el objetivo del programa es “reducir la audiencia” de ‘El hormiguero’, un conocido ‘talk show’ de comedia emitido por una cadena privada con décadas de trayectoria en televisión presentado por Pablo Motos, quien recibió críticas por “ser portavoz de la derecha” española.
Incluso la presidenta de la Comunidad de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso, se unió al debate y criticó duramente la financiación del programa de Broncano asegurando que con el sueldo del presentador de ‘La Revuelta’, que asciende a 87.975,85 euros por programa (unos 93.750 dólares), se podría pagar a “400 médicos durante un año”.
El ultraderechista Vox ha denunciado que el fichaje en la cadena pública es un “ejemplo más del uso partidista y personal” de la televisión pública.
Desde la cadena pública insisten en que “el mejor sitio en el que puede estar este programa es RTVE porque trata con inteligencia a los espectadores y es entretenimiento de calidad”, según el responsable de Contenidos, Agus Alonso.
Ante el revuelo generado, el propio Broncano trató de atajar la polémica esta semana en declaraciones a los medios, en las que comunicó su malestar con que su programa “haya sido utilizado” políticamente.
“Se ha convertido injustamente en un asunto de Estado” dijo Broncano, que calificó de “ridículo, ofensivo, y mentira” que la emisión de su programa fuese “un plan” del presidente del gobierno Pedro Sánchez.